MADRID, 20 (EUROPA PRESS)
Las autoridades de Irak han anunciado este jueves que han repatriado a cerca de 2.000 militares sirios que cruzaron la frontera huyendo de la ofensiva de yihadistas y rebeldes lanzada a finales de noviembre, terminó por provocar la caída del régimen de Bashar al Assad, quien huyó del país el 8 de diciembre.
"En coordinación con algunas partes del lado sirio, 1.905 agentes han sido devueltos y entregados de manera legal a una fuerza de protección del lado sirio en el cruce fronterizo de Al Qaim", ha informado la Célula de Seguridad de Medios de Irak, vinculada al Ministerio de Defensa.
Este organismo ha señalado a través de un comunicado publicado en su perfil de la red social Facebook que los soldados han sido devueltos "por petición propia" y tras haber tomado por escrito la promesa de ser incluidos en una amnistía decretada por las nuevas autoridades sirias.
"Las fuerzas de seguridad iraquíes piden a las actuales autoridades sirias que protejan a los oficiales y miembros que fueron devueltos, los incluyan en la amnistía y garanticen su regreso a sus honorables familias que los esperan, de conformidad con las normas de Derechos Humanos y mostrando buena fe", reza la misiva.
Además, el ente gubernamental ha señalado que en la víspera, el miércoles, 36 empleados sirios que trabajaban en el cruce fronterizo de Abu Kamal han sido devueltos a Siria "a petición propia".
Por otro lado, Bagdad ha confirmado que las armas que estaban en posesión de los militares que huyeron están en posesión del Ministerio de Defensa iraquí y se entregarán al nuevo Gobierno sirio cuando esté formado. Tal y como ha explicado, cuando los sirios intentaron entrar al país vecino, las Fuerzas Armadas iraquíes formaron comités con los departamentos de seguridad e Inteligencia para inventariar los nombres y armas.
Decenas de militares cruzaron la frontera con Irak ante los avances de yihadistas y rebeldes, encabezados por Hayat Tahrir al Sham (HTS), que finalmente tomaron la capital, Damasco, ante la huida de Al Assad en dirección a Rusia, uno de sus principales aliados a nivel internacional.
La ofensiva en Siria, lanzada el 27 de noviembre desde la provincia de Idlib permitió a yihadistas y rebeldes tomar la capital y poner fin al régimen de la familia Al Assad, en el poder desde 1971 --primero con Hafez al Assad (1971-2000) y posteriormente con su hijo, Bashar--, ante un repliegue constante de las tropas gubernamentales, respaldadas por Rusia e Irán.