MADRID, 18 (EUROPA PRESS)
La cifra divulgada este miércoles en el informe de política monetaria de la entidad refleja una estimación a la baja por parte del banco, que pronosticaba un rango de crecimiento de entre el 2,25% y 2,75% para 2024.
Las proyecciones incluyen una expansión real del gasto público coherente con la contenida en la Ley de Presupuestos recientemente aprobada. Como supuesto de trabajo, se sigue contemplando que el proceso de consolidación de las finanzas públicas continuará en marcha. Con todo, los próximos años ofrecen una situación desafiante para el cumplimiento de la regla fiscal.
Por su parte, se espera que la inflación suba en los próximos meses, fluctuando en torno a 5% durante el primer semestre de 2025. Luego comenzará a reducirse, cerrando ese año en 3,6% y convergiendo a 3% en los primeros meses de 2026.
La proyección también considera un mayor traspaso de los costes a precios en los próximos meses respecto de estimaciones previas, dada la simultaneidad con que han ocurrido los distintos shocks de costes y la mayor estrechez de los márgenes de operación de las empresas.
La inflación subyacente lidera las revisiones, con una inflación promedio que en 2025 será 0,5 puntos porcentuales mayor a lo previsto en septiembre. Para la inflación total, se verá compensada parcialmente por correcciones a la baja en algunos precios externos, en particular de los combustibles.
En este escenario, el informe recoge que de concretarse un panorama más desafiante en términos de inflación, se requeriría una estrategia de política monetaria más contractiva, ante el mayor impacto de las presiones de los costes y un traspaso más alto a precios finales.
Además, los riesgos de corto plazo en torno a estos escenarios son mayores, considerando la incertidumbre global y los niveles que alcanzará la inflación en el escenario central de proyecciones.