ORCHARD PARK, Nueva York, EE.UU. (AP) — Solo al volante de su automóvil, mientras su teléfono vibraba para avisar de los mensajes de texto y llamadas perdidas, Amari Cooper se fue envolviendo en la calma a medida que el horizonte de Cleveland se desvanecía en el espejo retrovisor y conforme el receptor abierto se acercaba a Buffalo, su nuevo hogar.
Un viaje que generalmente no lleva más de tres horas a lo largo de la Interestatal 90, pareció más largo para Cooper, al haber recogido sus pertenencias y pensamientos, mientras miraba hacia las oportunidades futuras después de que los Browns lo traspasaron a los Bills.
“Se sintió como un largo viaje a mi primer día de escuela. Así que, sí, había mucho en qué pensar”, relató Cooper cuando concluyó el entrenamiento del miércoles, un día después de ser canjeado.
“Realmente estaba tratando de absorberlo todo y pensar en esta situación”, agregó. “Definitivamente me revitalizó y me motivó. Fue un viaje muy introspectivo”.
En el lapso de 24 horas y tras un viaje a lo largo de las márgenes del lago Erie, Cooper dejó de jugar para una ofensiva poco productiva en un equipo de los Browns que, con una foja de 1-5, había perdido cuatro duelos seguidos y estaba perdiendo rápidamente sus aspiraciones.
Y al final del viaje, el receptor se unió a los Bills, campeones de la División Este de la Conferencia Americana cuatro veces consecutivas (4-2), para obtener la oportunidad de jugar con Josh Allen.
“No lo conozco personalmente”, dijo Cooper sobre el mariscal de campo que está en su séptimo año. “Pero en cuanto a la forma en que juega, es fenomenal cada vez que enciendo la televisión”.
A los 30 años, Cooper ha sido elegido cinco veces al Pro Bowl y ha superado las 1.000 yardas en siete de sus nueve temporadas anteriores, incluyendo 1.250 el año pasado, el número máximo en su carrera.
En Buffalo, proporciona a Allen una amenaza probada, para ocupar un papel que el grupo improvisado de receptores del equipo había estado extrañando desde que Stefon Diggs fue traspasado a Houston en abril.
Con 24 recepciones y 250 yardas, y a pesar de numerosas situaciones en las que ha soltado el balón en forma inexplicable, Cooper se convierte en el receptor líder de Buffalo al tener una yarda y cuatro recepciones más que Khalil Shakir.
El canje llega en momentos en que Buffalo ocupa el 25to puesto en la NFL en yardas de pase. El corredor novato Ray Davis, con 55 yardas, fue el receptor líder de Buffalo el lunes, en la victoria por 23-20 sobre los Jets de Nueva York.
En tres ocasiones, Allen no ha superado las 200 yardas por aire.