DAKAR, Senegal (AP) — Una bomba en un campo de refugiados en el este de la República Democrática del Congo mató al menos a cinco personas, afirmó el viernes un portavoz militar.
Entre los muertos hay dos niños y su madre, y más de 20 heridos, dijo a The Associated Press John Banyene, un activista de la sociedad civil radicado en Goma, la capital provincial de Kivu del Norte.
El teniente coronel Ndjike Kaiko, portavoz del ejército, culpó del ataque en el campo de refugiados de Mugunga en Kivu del Norte a un grupo rebelde, conocido como M23, con presuntos vínculos con Ruanda, en un comunicado proporcionado a la AP.
Un portavoz militar del grupo rebelde, el teniente coronel Willy Ngoma, negó cualquier participación y acusó al ejército de colocar la bomba.
El M23 se ha apoderado de más territorio esta semana, capturando la ciudad minera de Rubaya.
La ciudad alberga depósitos de tantalio, que se extrae del coltán, un componente clave en la producción de celulares. Es uno de los minerales mencionados a principios de este mes en una carta del gobierno del Congo en la que se cuestionaba a Apple sobre el conocimiento de la empresa de tecnología sobre el contrabando de “minerales sanguíneos” en su cadena de suministro.
El conflicto que lleva décadas en el este del Congo ha producido una de las peores crisis humanitarias del mundo, con más de 100 grupos armados luchando en la región, la mayoría por tierras y el control de minas con recursos valiosos. Algunos están luchando para intentar proteger a sus comunidades.
Muchos grupos están acusados de llevar a cabo asesinatos en masa, violaciones y otras infracciones a los derechos humanos. La violencia ha desplazado a unos 7 millones de personas, muchas de ellas fuera del alcance de la ayuda.