MADRID, 2 (EUROPA PRESS)
Una misión de emergencia de Naciones Unidas ha pedido que se respeten los derechos de la población de la autoproclamada república de Nagorno Karabaj tras finalizar una visita al territorio, que cuenta con poco menos de 1.000 armenios después del éxodo de más de 100.000 personas a raíz de la ofensiva relámpago del Ejército azerí.
El equipo, liderado por la coordinadora de la ONU en Azerbaiyán, Vladanka Andreeva, ha pedido "que se hagan todos los esfuerzos posibles para garantizar la protección de los derechos de la población local", ha indicado en un comunicado la misión de la ONU.
El personal de la ONU visitó la capital, Stepanakert, donde se citó con la población local, así como con sus interlocutores, en una ciudad todavía en pausa, puesto que no había tiendas abiertas. Durante la visita, no percibieron daños a la infraestructura civil, como hospitales, escuelas o viviendas, ni tampoco a sus edificios culturales y religiosos.
Asimismo, no detectaron indicios de violencia contra los civiles tras la operación militar lanzada por Bakú a finales de septiembre, si bien han expresado pesar por la forma en la que los residentes han tenido que abandonar sus hogares.
De la misma forma, el equipo de Naciones Unidas no observó daños contra los campos o animales muertos en el camino, aunque existe un acceso muy limitado a las áreas rurales y poca información disponible sobre el estado actual de la ganadería y la agricultura.
El personal de la ONU también pudo atravesar el corredor de Lachín y no vio ningún civil caminando hacia Armenia. No fue así en la capital, donde vieron un autobús con una docena de pasajeros que se dirigían a territorio armenio.
"A partir de las conversaciones que el equipo pudo mantener, es difícil determinar en este momento si la población local puede regresar. Lo que quedó claro es que es necesario generar confianza y esto requerirá tiempo y esfuerzo de todas las partes", ha destacado.
Finalmente, el equipo de la ONU hizo una parada en Aghdam, donde observaron destrucción y advirtieron que es necesaria una labor de desminado. En este sentido, se hicieron eco de los esfuerzos de reconstrucción por parte del Gobierno azerí.