Noticias

El centrocampista Asier Illarramendi deja la Real Sociedad

MADRID, 24 (EUROPA PRESS)

"Hoy no es un día fácil. Nunca es fácil despedirse de alguien a quien amas. Aunque me ha costado mucho y me duele el corazón las decisiones que he tomado, creo que es el momento adecuado para dar un paso al costado y dejar ir a los jóvenes", escribió el jugador en una carta.

Illarramendi reconoció estar "triste" porque en la Real se quedan su "vida", su "casa", su "familia" y su "corazón". "Pero por otro lado me siento muy orgulloso de lo que he hecho y logrado", destacó el mediocentro, campeón de la Copa del Rey con la Real y el Real Madrid, club en el que militó entre 2013 y 2015 y donde levantó también una Champions, un Mundial de Clubes y una Supercopa de Europa.

"En este último año me he acordado mucho de aquel niño rubio que fue por primera vez a Zubieta con 11 años. Ese niño nunca hubiera imaginado, ni en sus sueños más locos, que toda la vida que ha experimentado sería posible, y que 22 años después, estaría aquí escribiendo esta carta. Así que estoy agradecido desde el fondo de mi corazón a toda la familia de la Real", confesó.

El jugador tuvo palabras de agradecimiento para el presidente del club donostiarra, Jokin Aperribay; el entrenador, Imanol Alguacil; y sus compañeros, así como para los médicos, fisios, preparadores físicos, utilleros, cocineros, jefes de prensa, de la entidad. Sin olvidarse de la afición 'txuri-urdin', por "todo el ánimo, protección y amor" recibido. "Esta es sin duda la mayor victoria para mí", admitió.

"Muchas gracias 'Reala', ha sido un gran placer", concluyó el emotivo mensaje del futbolista, de 33 años, que vistió la camiseta blanquiazul del primer equipo durante 11 años en los que, hasta el momento, ha disputado 251 partidos oficiales como 'txuri-urdin'.

Illarramendi deja "la mejor Real Sociedad", según el propio club, que también se despidió de uno de sus estandartes. "Paso a paso, etapa a etapa, deslumbrando a todos con su sencillez, tanto dentro como fuera del campo. Artífice de muchos de los mejores momentos vividos en la última década", resaltó la entidad en un comunicado.

"Asier nos deja con un momento único y que quedará siempre en la historia 'txuri-urdin': alzar la Copa del Rey al cielo de Sevilla. Lo hizo sin poder jugar la final, pero ese instante le convirtió en eterno. Su imagen recogiendo el trofeo, después de todas las lágrimas derramadas la víspera, es de esos momentos icónicos que los realistas no olvidaremos jamás", reconoció el club.

En la Real, reconocen que la figura de Illarramendi ha apartado mucho al equipo y la entidad, superando lesiones graves y ofreciendo siempre "un nivel altísimo" sobre el campo. "Sólo nos queda agradecerle todo lo que ha hecho por el club y darle la mejor despedida posible. Dentro de diez días, en el Reale Arena contra el Sevilla y, ojalá que, con la Champions en el bolsillo, nos dejaremos la voz para el último '¡Axi, Axi!', zanjó el comunicado.

Lo Último