Tuvimos la suerte de, al fin, probar por un tiempo adecuado el nuevo iPhone 13 Pro Max, y si bien sus mejoras no son tan evidentes a la vista, es un celular extremadamente interesante.
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Estas son sus especificaciones técnicas:
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- Pantalla de 6.7 pulgadas Super Retina XDR OLED a 120Hz
- Procesador Apple A15 Bionic
- 6 GB de RAM
- Hasta 1 TB de almacenamiento
- Cámara principal de 12 MP + ultra gran angular de 12 MP + teleobjetivo de 12 MP con zoom óptico 3X + radas LiDAR
- Cámara frontal de 12 MP y sensor de profundidad 3D
- Batería de 4353 mAh con carga rápida a 27W
Para variar, las especificaciones no cuentan toda la historia, y esto ha sido así casi siempre con los celulares que lanza Apple al mercado. En lo que respecta a rendimiento bruto, el A15 Bionic está -fácil- dos años por delante de lo que ofrecen competidores como Qualcomm, lo que sumado a una optimización de software óptima, entrega una experiencia que hace comprender por qué el usuario de iPhone es tan leal.
Lo anterior solo se eleva con la inclusión de ProMotion, o sea, que la pantalla sea capaz de correr a 120Hz (al fin) y bajar hasta a 10Hz cuando está quieta. Probablemente esta característica propia de los modelos “Pro” no sea muy atrayente para el público general, pero vaya que se nota cuando tratas de volver a los modelos antoiguos ¿Es esencial? No, para nada, pero es una de mis cosas favoritas. La sensación de fluidez que entrega una pantalla con esa velocidad es gloriosa.
Además es un panel extremadamente brillante, incluso bajo la luz del sol y con una reproducción de color tan fantástica que solo se me ocurre que Samsung podría competirles en este aspecto. Sumémosle los parlantes, que haciendo uso del auricular logra un efecto estéreo envolvente que pocos son capaces de entregar en un móvil.
En lo que respecta a diseño exterior, además de nuevos colores, lo que más salta a la vista en relación a modelos de años anteriores es que la muesca se redujo en un 20%. No es muy notorio y nunca me ha molestado mucho esta interrupción en la pantalla, o quizás ya me acostumbré.
Por cierto, si quieres usar la carcasa de tu iPhone 12 Pro Max aquí, olvídate, el módulo que aloja las cámaras es más grande aún, por lo que no le hace. Además el teléfono es un poco más grueso.
Hablando del tema de la cámara, tal como el año pasado en el modelo más grande (y este año en todos los iPhone 13), tenemos Sensor Shift, o estabilización a nivel de sensor, por lo que todos los lentes tienen prevención contra el movimiento. Esto se traduce en videos con menos movimiento, retratos más precisos y mejores fotografías nocturnas. O sea, esencial y bienvenido.
Además de ser, muy probablemente, el mejor set de cámaras en un móvil hoy en día, también ganó en versatilidad al agregar modo macro gracias a su ultra gran angular. Se agradece el uso de un lente ya existente y no poner un agujero más en la espalda.
Otra característica muy atrayente sobre este tema son los perfiles fotográficos, donde tenemos el modo estándar, contraste intensificado, colorido, cálido y frío. Tu puedes elegir uno y siempre estará ahí cuando abras la cámara. Al principio pensé que serían simples filtros, pero no. Sucede que actuan a nivel de parámetros, respetando, por ejemplo, el color del cielo y de la piel. Si antes uno pensaba que las fotos salían de un iPhone eran muy “planas” o las de un Samsung muy “saturadas” y así, ahora puedes tener siempre lo que te guste más a ti, y que se quede de esa forma por el tiempo que quieras.
A nivel de video existen nuevas características como el Modo Cine, pero que siento que merecen una mirada un poco más profunda, por lo que la dejaremos para más adelante cuando les llevemos nuestras impresiones del iPhone 13 Mini, que ya está en nuestras manos y lo único que no tiene en lo que respecta a cámaras es el teleobjetivo, por lo que creemos válido usarlo para pruebas sin perderse de tanto.
Creo que el iPhone 13 Pro Max es un celular fantástico y aunque suene repetido y obvio: el mejor iPhone que se ha hecho a la fecha. Ahora bien ¿Lo recomiendo si te compraste un 12 hace poco? Probablemente no, a menos que lo uses como herramienta de trabajo y necesites alguna de las nuevas características de la cámara, o seas como yo y sientas que Pro Motion lo vale todo. Ahora bien, si estás en un 11 para atrás, notarás bastante la diferencia, tanto por la forma, la pantalla, la calidad de las fotos y la impresionante duración de la batería. Claramente no es un equipo para todos y su precio así lo dice, pero si tienes la oportunidad de acceder a uno, es muy complejo que te decepcione.