MADRID, 23 (EUROPA PRESS)
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El Gobierno israelí comenzará este domingo los preparativos finales de una moción de censura contra la fiscal general del país, Gali Baharav-Miara, en medio de nuevas manifestaciones de la oposición contra la deriva autoritaria, avisan, que lleva meses adoptando el primer ministro, Benjamin Netanayahu.
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Los primeros manifestantes han comenzado ya aglomerarse en las inmediaciones de la residencia de Netanyahu en Jerusalén para denunciar sus intentos de cesar a la fiscal general, rival política declarada del primer ministro y de sus aliados de ultraderecha, y condenar una vez más la destitución del jefe del servicio de Inteligencia Nacional, Ronen Bar, cuando su agencia investigaba a Netanyahu y a su entorno por vínculos con Qatar.
Netanyahu ha asegurado que el cese de Bar se debió a una "pérdida de confianza" a raíz de los fallos de seguridad antes y durante los ataques de las milicias palestinas del 7 de octubre y ha denunciado en innumerables ocasiones a Baharav-Miara por exceder sus competencias y obstaculizar sus tareas de gobierno.
Cabe recordar que el propio Netanyahu está siendo investigado por corrupción y no estará presente durante el debate ni la votación de la moción de censura debido a su acuerdo de conflicto de intereses, que le impide realizar cualquier acción que pueda afectar su juicio penal en curso.
En la votación tampoco estará presente la propia Baharav-Miara, quien ha avisado no obstante por carta, entregada esta mañana, que la moción es "legalmente irrelevante" y no tendrá ninguna influencia en los esfuerzos del gobierno para destituirla de su cargo.
"Cuando el sistema de asesoramiento legal presenta al gobierno los límites de la ley, está haciendo su trabajo, sin que constituyan diferencias de opinión ni motivos de cese", ha avisado la fiscal.
"La moción", ha remachado, "no busca promover la confianza sino la lealtad a la cúpula política, no la gobernabilidad sino el poder ilimitado del régimen, como parte de un proceso más amplio para debilitar al poder judicial y disuadir a toda la cúpula profesional", acusa Baharav-Miara en referencia a los pasados esfuerzos del gobierno en ese sentido, como su propuesta de reforma judicial para incrementar el poder del Ejecutivo en la selección de los magistrados, y limitar las decisiones de los tribunales sobre los comportamientos del gobierno.
Tras la aprobación de los preparativos, la fiscal general será citada a una o varias audiencias ante un comité asesor estatutario presidido por el expresidente del Tribunal Suprema, Asher Grunis. Tras las conclusiones del comité asesor, el gobierno podrá destituirla oficialmente, un proceso que podría tardar meses.