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A medida que la IA transforma la atención hospitalaria, los enfermeros humanos se resisten

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Esta imagen de marzo de 2025 del sitio web de la compañía de inteligencia artificial Xoltar muestra una demostración de uno de sus avatares para realizar videollamadas con pacientes. (Xoltar vía AP) AP (AP)

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La próxima vez que alguien necesite un examen médico, puede recibir una llamada de alguien como Ana: una voz amigable que puede ayudarle a prepararse para su cita y responder cualquier pregunta urgente que pueda tener.

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Con su calma y calidez, Ana ha sido capacitada para tranquilizar a los pacientes, al igual que muchas enfermeras en Estados Unidos. Pero a diferencia de ellas, también está disponible para charlar las 24 horas, los siete días de la semana, en varios idiomas, desde hindi hasta criollo haitiano.

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Eso se debe a que Ana no es humana, sino un programa de inteligencia artificial creado por Hippocratic AI, una de varias nuevas empresas que ofrecen formas de automatizar tareas que consumen tiempo y que normalmente realizan enfermeros y asistentes médicos.

Es la señal más visible de la incursión de la IA en la atención médica, donde cientos de hospitales están utilizando programas informáticos cada vez más sofisticados para monitorear los signos vitales de los pacientes, señalar situaciones de emergencia y activar planes de acción paso a paso para la atención, trabajos que anteriormente eran manejados por enfermeras, enfermeros y otros profesionales de la salud.

Los hospitales afirman que la IA está ayudando a sus enfermeros a trabajar de manera más eficiente mientras abordan el agotamiento y la falta de personal. Pero los sindicatos de enfermería argumentan que esta tecnología poco comprendida está anulando la experiencia de las enfermeras y degradando la calidad de la atención que reciben los pacientes.

“Los hospitales han estado esperando el momento en que cuenten con algo que parezca tener suficiente legitimidad para reemplazar a las enfermeras”, dijo Michelle Mahon de National Nurses United. “Todo el ecosistema está diseñado para automatizar, deshabilitar y, en última instancia, reemplazar a los cuidadores”.

El grupo de Mahon, el sindicato de enfermería más grande en Estados Unidos, ha ayudado a organizar más de 20 protestas en hospitales de todo el país, presionando por el derecho a tener voz en cómo se puede utilizar la IA y protección contra la disciplina si los enfermeros y enfermeras deciden ignorar el consejo automatizado. El grupo lanzó nuevas alarmas en enero cuando Robert F. Kennedy Jr., el nuevo secretario de salud, sugirió que los enfermeros de IA “tan buenos como cualquier médico” podrían ayudar a brindar atención en áreas rurales. El viernes, el médico Mehmet Oz, quien ha sido nominado para supervisar Medicare y Medicaid, dijo que cree que la IA puede “liberar a los médicos y enfermeros de todo el papeleo”.

Hippocratic AI inicialmente promovió una tarifa de 9 dólares por hora para sus asistentes de IA, en comparación con aproximadamente 40 dólares por hora para una enfermera o enfermero registrado. Desde entonces, ha dejado de lado ese lenguaje, en su lugar promocionando sus servicios y buscando asegurar a los clientes que han sido cuidadosamente probados. La empresa no concedió una entrevista solicitada.

La IA en el hospital puede generar falsas alarmas y consejos peligrosos

Los hospitales han estado experimentando durante años con tecnología diseñada para mejorar la atención y reducir costos, incluidos sensores, micrófonos y cámaras con detección de movimiento. Ahora esos datos se están vinculando con registros médicos electrónicos y analizados en un esfuerzo por predecir problemas médicos y dirigir la atención de los enfermeros, a veces antes que ellos mismos hayan evaluado al paciente.

Adam Hart estaba trabajando en la sala de emergencias de Dignity Health en Henderson, Nevada, cuando el sistema informático del hospital marcó a un paciente recién llegado por sepsis, una reacción potencialmente mortal a una infección. Según el protocolo del hospital, se suponía que debía administrar inmediatamente una gran dosis de líquidos intravenosos. Pero tras un examen más detallado, Hart determinó que estaba tratando a un paciente de diálisis, o alguien con insuficiencia renal. Dichos pacientes deben ser manejados con cuidado para evitar sobrecargar sus riñones con líquido.

Hart expresó su preocupación a la enfermera supervisora, pero le dijeron que simplemente siguiera el protocolo estándar. Sólo después que un médico cercano interviniera, el paciente comenzó a recibir en su lugar una infusión lenta de líquidos intravenosos.

“Uno necesita mantener la capacidad de pensar; por eso le están pagando como enfermero”, dijo Hart. “Delegar nuestros procesos de pensamiento a estos dispositivos es imprudente y peligroso”.

Hart y otros enfermeros comentan que entienden el objetivo de la IA: facilitar a los enfermeros el monitoreo de múltiples pacientes y responder rápidamente a los problemas. Pero la realidad es a menudo una avalancha de falsas alarmas, a veces señalando erróneamente funciones corporales básicas, como un paciente teniendo una evacuación intestinal, como una emergencia.

“Una trata de concentrarse en su trabajo, pero luego recibe todas estas alertas distractoras que pueden o no significar algo”, detalló Melissa Beebe, enfermera de oncología en el Centro Médico UC Davis en Sacramento. “Es difícil incluso saber cuándo es preciso y cuándo no, porque hay tantas falsas alarmas”.

¿Puede la IA ayudar en el hospital?

Incluso la tecnología más sofisticada pasará por alto señales que los enfermeros captan rutinariamente, como expresiones faciales y olores, señala Michelle Collins, decana de la Facultad de Enfermería de la Universidad de Loyola. Pero las personas tampoco son perfectas.

“Sería una locura dar la espalda a esto por completo”, sostuvo Collins. “Deberíamos adoptar lo que puede hacer para aumentar nuestra atención, pero también deberíamos tener cuidado de que no reemplace el elemento humano”.

Más de 100,000 enfermeras y enfermeros abandonaron la fuerza laboral durante la pandemia de COVID-19, según una estimación, la mayor caída de personal en 40 años. A medida que la población de Estados Unidos envejece y las enfermeras se jubilan, el gobierno estadounidense estima que habrá más de 190,000 nuevas vacantes para enfermeras cada año hasta 2032.

Frente a esta tendencia, los administradores de hospitales ven a la IA desempeñando un papel vital: no para hacerse cargo de la atención, sino para ayudar a enfermeras, enfermeros y médicos a recopilar información y comunicarse con los pacientes.

“Algunas veces están hablando con un humano y otras veces no”

En la Universidad de Ciencias Médicas de Arkansas en Little Rock, el personal necesita hacer cientos de llamadas cada semana para programar a los pacientes para cirugía. Las enfermeras confirman información sobre recetas, condiciones cardíacas y otros problemas, como la apnea del sueño, que deben revisarse cuidadosamente antes de la anestesia.

El problema: muchos pacientes sólo responden sus teléfonos por la tarde, generalmente entre la cena y la hora de dormir de sus hijos.

“Así que lo que necesitamos hacer es encontrar la manera de llamar a varios cientos de personas en un lapso de 120 minutos, pero realmente no quiero pagar a mi personal horas extras para hacerlo”, explicó el médico Joseph Sanford, quien supervisa la tecnología de la salud del centro.

Desde enero, el hospital ha utilizado un asistente de IA de Qventus para contactar a pacientes y proveedores de salud, enviar y recibir registros médicos y resumir su contenido para el personal humano. Qventus dice que 115 hospitales están utilizando su tecnología, que tiene como objetivo aumentar las ganancias del hospital a través de tiempos de recuperación quirúrgica más rápidos, menos cancelaciones y reducción del agotamiento.

Cada llamada comienza con el programa identificándose como un asistente de IA.

“Siempre queremos ser completamente transparentes con nuestros pacientes de que a veces están hablando con un humano y a veces no”, resaltó Sanford.

Si bien empresas como Qventus están proporcionando un servicio administrativo, otros desarrolladores de IA ven un papel mayor para su tecnología.

La startup israelí Xoltar se especializa en avatares similares a humanos que realizan videollamadas con pacientes. La empresa trabaja con la Clínica Mayo en un asistente de IA que enseña a los pacientes técnicas cognitivas para manejar el dolor crónico. La compañía también está desarrollando un avatar para ayudar a los fumadores a dejar de fumar. En pruebas iniciales, los pacientes pasan alrededor de 14 minutos hablando con el programa, que puede captar expresiones faciales, lenguaje corporal y otras señales, según Xoltar.

Los expertos en enfermería que estudian la IA señalan que tales programas pueden funcionar para personas que están relativamente sanas y son proactivas respecto a su atención. Pero esa no es la mayoría de las personas en el sistema de salud.

“Son los muy enfermos quienes ocupan la mayor parte de la atención médica en Estados Unidos y si los chatbots están o no posicionados para esas personas es algo que realmente tenemos que considerar”, dijo Roschelle Fritz, de la Facultad de Enfermería de la Universidad de California Davis.

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El Departamento de Salud y Ciencia de The Associated Press recibe el apoyo del Grupo de Medios Científicos y Educativos del Instituto Médico Howard Hughes y de la Fundación Robert Wood Johnson. La AP es la única responsable de todo el contenido.

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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.

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