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Arzobispo de Lima apoya sanción del Vaticano a cardenal del Opus Dei tras acusación por abuso sexual

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LIMA (AP) — El arzobispo de Lima Carlos Castillo manifestó el martes su apoyo al Vaticano sobre las sanciones impuestas en 2019 al peruano Juan Luis Cipriani, otrora poderoso primer cardenal de la historia del Opus Dei, tras acusaciones de abuso sexual que incluyeron la exigencia de que abandonara la capital peruana.

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En una carta enviada a la prensa, Castillo indicó que la confirmación realizada el domingo por el portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, sobre que las sanciones a Cipriani siguen vigentes, permite valorar la labor del papa Francisco para sancionar diversos delitos, incluidos los sexuales. "Reafirmo mi apoyo al Santo Padre apreciando su sabio modo de ejercer la justicia en la Iglesia y de acoger y proteger a las víctimas", dijo.

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Por la noche la Conferencia Episcopal Peruana emitió un comunicado en el que pidió “a todo el pueblo de Dios” que rece por Cipriani, el denunciante y por la Iglesia, para que sea un "espacio seguro donde vivir la reconciliación".

Cipriani, de 81 años, quien reside en Madrid y Roma, reconoció las sanciones el sábado tras un artículo en el periódico español El País que detallaba la historia de una presunta víctima. Cipriani dijo que los hechos descritos son “completamente falsos”. “No he cometido ningún delito ni he abusado sexualmente de nadie ni en 1983, ni antes ni después”, indicó en una carta, proporcionada por la oficina del Opus Dei en Roma.

La declaración de Bruni no dio detalles del caso, pero indicó que las sanciones se impusieron luego de que Cipriani se retiró como jefe de la Iglesia peruana en 2019 “como resultado de las acusaciones contra él”, lo que dejaba entrever que había más de una denuncia. Bruni dijo que la sanción fue “firmada y aceptada” por Cipriani.

Sin mencionar a Cipriani, el arzobispo Castillo indicó en su carta que “existen personas e instituciones que se niegan a reconocer la verdad de los hechos y las decisiones tomadas por la Santa Sede, convocamos a todos a entrar en razón mediante un camino de conversión que implique abandonar las vanas justificaciones, el empecinamiento y el rechazo a la verdad”.

Cipriani, quien lideró la Iglesia peruana durante dos décadas antes de su jubilación en 2019, fue el primer cardenal del Opus Dei, el movimiento conservador fundado por el sacerdote español Josemaría Escrivá en 1928 y que cuenta con más de 90.000 miembros en 70 países.

El sancionado cardenal gozó de gran influencia en el mundo empresarial, político y de las comunicaciones de Perú. Por casi dos décadas, hasta 2019, mantuvo un programa en una de las radiodifusoras de mayor audiencia del país, donde sus opiniones generaron controversias.

En 2016, por ejemplo, se refirió a los abortos entre menores de edad: “Las estadísticas nos dicen que hay aborto de niñas, pero no es porque hayan abusado de las niñas, son muchas veces porque la mujer se pone como en un escaparate, provocando”, dijo.

En sus años de poder se codeó con algunos miembros de la elite política, incluidos los presidentes Alberto Fujimori (1990-2000) y Alan García (2006-2011), así como la primogénita de Fujimori, la tres veces candidata presidencial y líder política Keiko Fujimori.

Las acusaciones contra Cipriani suceden a una confirmación de la semana pasada de que el Vaticano disolvió al poderoso e influyente movimiento laico católico peruano Sodalitium Christianae Vitae, otro movimiento laico conservador. La disolución del Sodalitium ocurre tras una investigación del Vaticano que descubrió casos de abuso sexual por parte de su fundador, mala gestión financiera de sus líderes y abuso espiritual y físico de sus principales miembros.

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