BUENOS AIRES (AP) — Las autoridades del pueblo argentino de Aguas Blancas defendieron el lunes la construcción de un alambrado de 200 metros para evitar el “descontrol” de los cruces ilegales hacia y desde la localidad boliviana de Bermejo y consideraron desmedidos los cuestionamientos expresados por el gobierno de Luis Arce.
Adrián Zigarán, interventor de Aguas Blancas —un municipio situado en la norteña provincia argentina de Salta— dijo a medios de prensa argentinos que el objetivo de la medida es “evitar que la gente llegue al pueblo, salte por un paredón que hay en la zona y cruce a Bolivia sin hacer migraciones”. El paso al país limítrofe se concreta cruzando un río fronterizo en pequeñas embarcaciones.
Zigarán fue designado por la gobernación de Salta para ocuparse de los trámites para la adjudicación de la futura construcción del vallado de unos 2,5 metros de altura que ha originado suspicacias en Bolivia. La cancillería del país andino dijo el domingo que solicitará información sobre esta iniciativa "para emprender las acciones que correspondan”.
“Los temas fronterizos deben ser tratados por medio de mecanismos de diálogo bilaterales establecidos entre los Estados para encontrar soluciones coordinadas a temas en común. Cualquier medida unilateral puede afectar la buena vecindad y la convivencia pacífica”, dijo un comunicado de la cancillería boliviana.
Zigarán explicó que “la gente llega a la terminal de (autobuses) de Aguas Blancas por distintos medios y de ahí saltan un muro para evitar inundaciones y salen al (paso fronterizo de) Puerto Chalanas y cruzan a Bolivia; compran y retornan pero no pasan por migraciones ni de ida ni de vuelta”.
“Dentro del ejido urbano de Aguas Blancas, se nos solicitó la construcción de un alambrado lineal, o sea, en línea recta, hacia migraciones desde la aduana. Ese es todo. No sé por qué hay tanto lío”, señaló Zigarán.
Al ser consultado qué le molestó en particular al gobierno de Bolivia, Zigarán afirmó que no entendía su reacción. "Para mí, está mal informado... Qué bueno que ahora se preocupen”, afirmó irónico el funcionario, señalando que el gobierno boliviano debería poner más gente en los pasos fronterizos legales para controlar el ingreso y egreso de personas y que no se formen cuellos de botella.
Ciudadanos argentinos cruzan la frontera con Bolivia desde Aguas Blancas para comprar productos más baratos en ese país, lo que está perjudicando a los comerciantes del lado de Argentina.
Hace un mes el gobierno del presidente argentino Javier Milei lanzó en Salta un plan para que la Prefectura (guardacostas ) controle la frontera con Bolivia con el principal objetivo de combatir el narcotráfico.