Noticias

Colombia envía un avión para migrantes deportados de EEUU, mientras hay problemas con los visados

BOGOTÁ (AP) — El roce entre Colombia y Estados Unidos en torno a la negativa colombiana de recibir vuelos militares con inmigrantes deportados afectó el lunes a colombianos que no pudieron realizar los trámites de sus visados. Mientras tanto, el gobierno de Gustavo Petro envió una aeronave oficial para recoger a un grupo de migrantes colombianos en territorio estadounidense.

Decenas de personas esperaban fuera de la embajada de Estados Unidos en Bogotá para hacer visados previamente programados. Sin embargo, los trámites continuaban suspendidos para ellos.

Luego, el canciller colombiano, Luis Gilberto Murillo, dijo que el gobierno enviaría un avión a San Diego para recoger a un grupo de colombianos de los que estaban en el avión al que no se permitió el aterrizaje en Colombia el domingo. Poco después, la Fuerza Aérea Colombiana anunció su despegue.

Aunque Colombia se negó la víspera a acoger vuelos militares de deportados, el país recibió el año pasado 124 aviones con migrantes. En esos casos fueron vuelos chárter contratados por el gobierno de Estados Unidos.

Petro aseguró en X, antes Twitter, que los colombianos deportados llegarían en la madrugada del martes a Colombia “sin estar esposados”. Y aseguró que la disposición de no esposar deportados se aplicaría a todos los países, no sólo a Estados Unidos.

La tensión entre los dos países disminuyó la noche del domingo cuando la Casa Blanca informó que “el gobierno de Colombia ha aceptado todos los términos del presidente (Donald) Trump, incluida la aceptación irrestricta de todos los extranjeros ilegales de Colombia regresados de Estados Unidos, incluso en aviones militares estadounidenses, sin limitación ni demora”.

Mientras el gobierno colombiano dio por “superado el impasse” y confirmó que seguirán recibiendo a los colombianos deportados de Estados Unidos “garantizándoles las condiciones dignas como ciudadanos sujetos de derechos”. También dispuso el avión presidencial para transportar a los deportados, aunque sin dejar claro cuándo arribarían a Colombia.

Sin embargo, Petro afirmó el lunes en X, antes Twitter, que se pueden llegar a acuerdos “provechosos para los pueblos”, pero que “jamás podemos aceptar que se nos impongan condiciones”, sin dar más detalles. Agregó que la solución a la migración ilegal no es “deportar pueblos y criminalizarlos”, sino actuar sobre sus causas.

Uno de los solicitantes de visados enseñó a The Associated Press la carta en la que le comunicaban que su cita había sido cancelada “debido a la negativa del gobierno colombiano” a aceptar vuelos de repatriación provenientes de Estados Unidos “los cuales el presidente Gustavo Petro había autorizado previamente”.

“La embajada dice que estemos pendientes por la aplicación, por un correo y solamente nos acercamos acá a la entrada y nos dieron este papelito, donde nos informa que está cancelada la cita”, aseguró a AP Andreina Morales, quien buscaba una visa de turismo para vacacionar luego de hacer trámites hace un año y medio.

La negativa del presidente Gustavo Petro, el primer izquierdista en gobernar Colombia, de recibir los vuelos de deportados en aviones militares el domingo generó el rechazo de Trump, quien ordenó imponer aranceles de 25% sobre todos los productos colombianos entrantes que luego serían aumentados a 50% en una semana.

El anuncio previo de alza mutua de aranceles preocupó a sectores económicos en Colombia —especialmente a los cultivadores de flores y café—, dado que Estados Unidos es su mayor socio comercial y el principal destino de sus exportaciones con una participación de 29%, según cifras oficiales.

Además Trump ordenó “una prohibición de viajar y revocaciones inmediatas de visas” a funcionarios, aliados y partidarios del gobierno colombiano, así como la suspensión de trámites de visa para ciudadanos en la embajada de Bogotá.

“Nos vemos afectados de cierta manera, tanto las personas que viven en Estados Unidos como las de Colombia, por todas las relaciones comerciales que existen, también los lazos familiares", aseguró a AP Mauricio Manrique, un solicitante de visa a las afueras de la embajada. "Entonces hay mucha incertidumbre”.

La secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, indicó el domingo que las órdenes arancelarias se “mantendrán en reserva y no se firmarán”, luego de que Colombia aceptara recibir a los deportados. Pero Leavitt añadió que Trump mantendrá las restricciones de visa para los funcionarios colombianos y mayores inspecciones aduaneras de mercancías procedentes del país, “hasta que el primer avión cargado de deportados colombianos sea devuelto con éxito”.

La comunicación no dejó claro si también reanudarán el servicio de trámite de visas en la embajada estadounidense en Bogotá de inmediato o una vez aterricen los primeros vuelos de deportados.

La sede diplomática no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios de AP sobre la suspensión de visados para los ciudadanos colombianos.

La víspera, el Departamento de Estado del gobierno estadounidense dijo que se autorizarían sanciones de viaje a personas y sus familias “que fueron responsables de la interferencia de las operaciones de vuelos de repatriación” de Estados Unidos.

Estados Unidos es el principal país de destino de los colombianos, el año pasado 1,6 millones de colombianos viajaron a ese país, lo que representa el 25% del total de los viajeros, según el Ministerio Comercio, Industria y Turismo colombiano.

Aunque la tensión menguó, dejó incertidumbre especialmente en los sectores económicos al ser Estados Unidos el principal socio comercial con exportaciones por más de 13.100 millones de dólares entre enero y diciembre de 2024, según el Departamento Nacional de Estadística. Pero sobre todo, cuando se acerca la temporada de San Valentín, una de las fechas más importantes para los floricultores, dado que el 79% de las flores que se producen en Colombia van a Estados Unidos.

“Creo que la crisis en este momento se puede dar por superada... sin embargo, sabemos que hay una posibilidad de tensiones en el camino”, dijo a AP la presidenta de la Cámara de Comercio Colombo Americana, María Claudia Lacouture. “El principal aprendizaje es que los conductos diplomáticos deben ser la prioridad, no debe ser a través de mensajes en redes sociales”, agregó.

Además de las flores, Colombia exporta a Estados Unidos café, manufacturas, frutas como el banano e hidrocarburos. Del total de las exportaciones, el 47% fueron bienes no minero energéticos.

Las importaciones desde Estados Unidos alcanzaron en 2024 más de 12.639 millones de dólares. Especialmente en productos como maíz, trigo, bombas para líquidos y materiales como polipropileno, de acuerdo con el Ministerio de Comercio.

Petro también amenazó con imponer aranceles de un 25% a las importaciones de Estados Unidos, pero luego del acuerdo no las aplicará, según el ministerio que señaló que “Colombia mantendrá con normalidad sus relaciones comerciales con los Estados Unidos” en el marco del tratado de libre comercio que rige entre los dos países desde hace dos décadas.

Para Luis Fernando Mejía, presidente de Fedesarrollo, un centro independiente de investigación económica, la advertencia de Colombia de un alza de aranceles no hubiera tenido un efecto real ni comparable para Estados Unidos: "Colombia no es un socio comercial importante para Estados Unidos así que en una guerra comercial realmente la afectación grande por supuesto es para Colombia”.

Como parte de una serie de acciones para cumplir sus promesas de campaña de acabar con la inmigración ilegal, el presidente Trump está utilizando a militares en servicio activo para ayudar a reforzar la frontera y llevar a cabo deportaciones.

Dos aviones de carga C-17 de la Fuerza Aérea que transportaban a migrantes expulsados de Estados Unidos aterrizaron la madrugada del viernes en Guatemala. Ese mismo día, Honduras recibió dos vuelos con un total de 193 personas deportadas.

Colombia aceptó 475 vuelos de deportación de Estados Unidos entre 2020 y 2024, en quinto lugar detrás de Guatemala, Honduras, México y El Salvador, según Witness at the Border, un grupo de defensa que rastrea los datos de vuelos.

Lo Último