BOGOTÁ (AP) — Uno de los dirigentes de las disidencias de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que se enfrentaron con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) en el noreste del país —con un saldo de 80 muertos y más de 47.000 desplazados— hizo un llamado el domingo al gobierno para negociar un cese el fuego y el fin de la violencia en la zona.
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“Busquemos un camino para superar esta tragedia”, señaló el cabecilla del frente 33 de las disidencias de las FARC, Javier Velosa, alias “John Mechas”, quien a través de una carta al presidente Gustavo Petro dijo estar dispuesto a sentarse a negociar con la presencia de garantes.
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“Es necesario hablar del cese al fuego” y de las maneras para “evitar la confrontación con la fuerza pública”, instó Velosa dos días después del inicio de operaciones militares en la zona para restablecer el orden, según informaron autoridades militares. También se ha reforzado el ingreso de equipo blindado y tropas.
El gobierno no se ha pronunciado en relación al llamado de alias “Jhon Mechas”, quien se encuentra en la lista de los más buscados de Colombia.
El sábado, 65 disidentes del frente 33 entregaron sus armas al Ejército colombiano mientras el gobierno anunció una recompensa de más de 700 mil dólares por información que permita ubicar a cuatro dirigentes del ELN a los que acusa de propiciar la violencia en el Catatumbo.
El Ejército colombiano lanzó el domingo volantes sobre la zona del conflicto en los que convoca al ELN a la “desmovilización y sometimiento”, informó la institución en una publicación en la red social X.
Los enfrentamientos iniciaron el 16 de enero como resultado de una disputa por el control del territorio, el cual tiene una gran importancia estratégica para las actividades vinculadas al narcotráfico. Tanto el ELN como el frente 33 de disidentes se acusan mutuamente de iniciar la confrontación.
Según datos de Naciones Unidas se han confirmado 60 decesos, mientras que el gobierno de Norte de Santander asegura que 80 personas han perdido la vida. El ministerio de Defensa actualizó el domingo la cifra de desplazados a más de 47.000.
Petro declaró el viernes a la región del Catatumbo en “estado de conmoción”, con lo que se restringen algunos derechos como la libre circulación. Una semana atrás, el gobierno levantó la mesa de negociaciones de paz con el ELN, proceso que había dado inicio en 2022.
