DAMASCO (AP) — El nuevo ministro de Defensa de Siria dijo que está preparado para “todas las posibilidades” en las negociaciones con las fuerzas lideradas por kurdos que controlan el noreste de Siria, con la intención de tener al país bajo una sola fuerza militar.
Los antiguos rebeldes que ahora dirigen el gobierno de Siria han rechazado cualquier forma de federalismo o regiones autónomas, y aspiran a tener todas las armas exclusivamente bajo control estatal.
“Queremos una solución con la administración que dirige el este de Siria para preservar el componente kurdo y encontrar una solución pacífica con ellos y no provocar una guerra a gran escala”, dijo Murhaf Abu Qasra a los periodistas el miércoles.
Las fuerzas kurdas han estado luchando con fuerzas respaldadas por Turquía en el norte de Siria en las semanas desde que el presidente Bashar Assad fue derrocado. Turquía quiere crear una zona de amortiguamiento en la frontera libre de las fuerzas kurdas, pero los kurdos han sido un aliado clave de Estados Unidos en el combate contra las células durmientes del grupo Estado Islámico.
También el miércoles, el enviado especial de la ONU para Siria, Geir Pedersen, dijo durante una visita a Damasco que formar un nuevo ejército nacional en Siria debería ser una prioridad para los nuevos gobernantes del país.
Unir a las diversas facciones de Siria en un solo ejército es “vital para la estabilidad, pero también requiere una gestión cuidadosa de manera que se eviten ejércitos competidores y estructuras de mando fragmentadas”, afirmó.
Pedersen expresó su preocupación por los combates en curso en el noreste de Siria entre grupos respaldados por Turquía y fuerzas lideradas por kurdos y apoyadas por Estados Unidos.
Dijo que Turquía y Estados Unidos tienen roles cruciales que desempeñar en la negociación para poner fin a los combates “para que esto no termine en la confrontación militar completa que no beneficiará los intereses del pueblo sirio”, señaló.
También criticó la ocupación por parte de Israel de territorio sirio en una zona de amortiguamiento establecida como parte de un acuerdo de alto el fuego de 1974. Las fuerzas israelíes capturaron el área después de la caída de Assad, y funcionarios israelíes han dicho que permanecerán allí hasta que se establezca un nuevo arreglo para garantizar la seguridad de Israel.
“No hay excusa para lo que los israelíes están haciendo ahora”, indicó Pedersen. “Y eso debe acabar”.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.