WASHINGTON (AP) — El presidente Donald Trump firmó una orden ejecutiva el lunes que suspende temporalmente todos los programas de Estados Unidos para la asistencia extranjera por 90 días mientras son examinados para determinar si están alineados con sus objetivos políticos.
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Hasta el momento no estaba claro cuánta asistencia se vería afectada en un principio por la orden, pues la financiación para muchos programas ya ha sido asignada por el Congreso y debe ser erogada obligatoriamente, si es que no se ha gastado ya.
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La orden, entre muchas que Trump firmó en su primer día de vuelta en el puesto, señala que “el sector de ayuda extranjera y la burocracia no están alineados con los intereses estadounidenses y en muchos casos son opuestos a los valores estadounidenses”, y “sirven para desestabilizar la paz mundial al promover ideas en países extranjeros que son directamente inversas a las relaciones armónicas y estables internas y entre países”.
En consecuencia, Trump declaró que “no se desembolsará más asistencia extranjera de Estados Unidos de una manera que no esté completamente alineada con la política exterior del presidente de Estados Unidos”.
El secretario de Estado, Marco Rubio, dijo a los miembros de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado durante su audiencia de confirmación la semana pasada que “cada dólar que gastamos, cada programa que financiamos, y cada política que perseguimos debe justificarse con la respuesta a tres preguntas simples:
"¿Hace que Estados Unidos sea más seguro? ¿Hace que Estados Unidos sea más fuerte? ¿Hace que Estados Unidos sea más próspero?”, preguntó.
La orden firmada por Trump le deja a Rubio o a alguien a quien él nombre la tarea de hacer tales determinaciones, en consulta con la Oficina de Administración y Presupuesto. El Departamento de Estado y la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional son las principales agencias que supervisan la asistencia extranjera.
Desde hace tiempo Trump ha criticado la ayuda extranjera que presta Washington, a pesar del hecho de que dicha asistencia típicamente representa aproximadamente el 1% del presupuesto federal, excepto en circunstancias inusuales como los miles de millones de dólares en armamento proporcionados a Ucrania. Trump ha criticado la cantidad enviada a Kiev para ayudar a reforzar sus defensas contra la invasión rusa.
La última contabilidad oficial de la ayuda extranjera en el gobierno de Biden se remonta a mediados de diciembre y del año fiscal 2023. Muestra que se habían comprometido 68 mil millones de dólares para programas en el extranjero, los cuales van desde el alivio de desastres hasta iniciativas de salud y prodemocracia en 204 países y regiones.
Algunos de los mayores receptores de asistencia estadounidense —Israel (3,3 mil millones de dólares al año); Egipto (1,5 mil millones de dólares al año), y Jordania (1,7 mil millones de dólares al año)— probablemente no verán reducciones dramáticas, ya que esas cantidades están incluidas en paquetes a largo plazo que se remontan décadas y en algunos casos están regidos por obligaciones consignadas en tratados.
Tradicionalmente, los republicanos han buscado recortar o reducir de algún otro modo la financiación para agencias de la ONU, incluidas las de mantenimiento de la paz, protección de los derechos humanos y agencias para los refugiados. El primer gobierno de Trump se movilizó para reducir el gasto en ayuda extranjera, suspendiendo pagos a varias agencias de la ONU —incluido el Fondo de Población— y financiación a la Autoridad Palestina.
Sin embargo, previamente Estados Unidos en el gobierno anterior de Trump ya se había retirado del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, junto con sus obligaciones financieras. El país tiene prohibido financiar la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, en virtud de un proyecto de ley firmado por el expresidente Joe Biden el pasado marzo.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de la AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.
