LONDRES (AP) — Un joven se declaró culpable el lunes de cargos por el asesinato de tres niñas y herir a otras 10 personas en una oleada de apuñalamientos durante una clase de baile temática de Taylor Swift en Inglaterra el verano pasado.
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Axel Rudakubana, de 18 años, se declaró culpable al inicio de su juicio en el Tribunal de la Corona de Liverpool.
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Se declaró culpable de tres cargos de asesinato, 10 cargos de intento de asesinato y cargos adicionales relacionados con la posesión del ricina, un veneno, y por tener un manual de Al Qaeda.
Se espera que el juicio dure cuatro semanas.
Rudakubana, quien se ha negado a hablar en el tribunal, tenía 17 años en el momento del ataque. Los fiscales no han dicho qué creen que llevó a la oleada de violencia.
Los apuñalamientos del 29 de julio provocaron una semana de disturbios en partes de Inglaterra e Irlanda del Norte después de que el sospechoso fuera falsamente identificado como un solicitante de asilo que había llegado recientemente a Reino Unido en barco. El acusado nació en Gales.
Grupos violentos compuestos principalmente por hombres que fueron movilizados por activistas de extrema derecha en redes sociales atacaron mezquitas y hoteles que albergaban migrantes, lanzaron botellas de cerveza, piedras y otras armas a la policía, y prendieron fuego a autos en enfrentamientos con los agentes en docenas de ciudades.
Más de 1.200 personas fueron arrestadas por los disturbios y cientos han sido encarceladas por hasta nueve años.
Rudakubana, quien nació en Gales de inmigrantes ruandeses, está acusado de asesinato en las muertes de Alice Dasilva Aguiar, de 9 años, Elsie Dot Stancombe, de 7 años, y Bebe King, de 6 años.
Otras ocho niñas, con edades comprendidas entre los 7 y los 13 años, resultaron heridas, junto con la instructora Leanne Lucas y Jonathan Hayes, quien trabajaba en un negocio adyacente e intervino. Otras quince niñas a partir de los 5 años estaban en la clase pero no resultaron heridas.
Varios meses después de su arresto el día de los asesinatos, a Rudakubana se le imputaron cargos adicionales por la producción de una toxina biológica, ricina y posesión de información probablemente útil para una persona que comete o prepara un acto de terrorismo por tener el manual en un documento en su computadora.
La policía ha dicho que los apuñalamientos no han sido clasificados como actos de terrorismo porque el motivo aún no se conoce.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.