ATLANTA (AP) — Antes de que comenzara el primer playoff del fútbol americano universitario de 12 equipos, ya había muchas personas sugiriendo cambios para determinar a los futuros campeones nacionales.
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Ohio State (13-2) y Notre Dame (14-1) no están discutiendo, al menos no este año.
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Si hubiera permanecido un playoff de cuatro equipos, la derrota de los Buckeyes contra un equipo de Michigan mediocre y el descalabro de los Irish contra Northern Illinois probablemente habrían sido decisivas.
“Nuestra temporada habría terminado”, dijo Howard Cross III, defensor de Notre Dame. “Ahora tenemos la oportunidad de jugar en este partido.”
Dos de las equipos más emblemáticos del deporte se enfrentarán en el juego del campeonato del CFP el lunes por la noche en el Estadio Mercedes-Benz en Atlanta. El juego concluirá la temporada más larga en la historia del fútbol americano universitario — 150 días desde que comenzó el 24 de agosto.
“Creo que muchos equipos están comenzando su pretemporada”, bromeó Donovan Jackson, lineman ofensivo de los Buckeyes. “Y nosotros todavía estamos jugando.”
Ohio State jugará por su primer campeonato desde 2014 y Notre Dame tuvo que esperar un poco más, al no disputarlo desde 1988.
Los Buckeyes ya habían sufrido una derrota como visitante por un punto contra Oregon cuando, siendo favoritos por tres touchdowns, fueron sorprendidos 13-10 en casa por Michigan el 30 de noviembre. La temporada de los Irish parecía acabada cuando, siendo favoritos por cuatro touchdowns, cayeron 16-14 contra Northern Illinois el 7 de septiembre.
Ohio State sobrevivió su aplastante derrota gracias a sus cuatro victorias sobre oponentes entre los cinco primeros del ranking, empatado por el mayor número en una temporada. Los Buckeyes superaron a Tennessee, Oregon y Texas en el playoff.
Los jugadores de ambos equipos dijeron que utilizaron sus humillantes derrotas como borrón y cuenta nueva.
El entrenador de Ohio State, Ryan Day, dijo que los giros y vueltas de la travesóa no significarán mucho si su equipo no gana el lunes.
“Esa es la cruda realidad de este juego, que a nadie le importa lo que atraviesas, y tienes que ganar ese último para completar la misión”, dijo. “Eso es para nuestros chicos, y por mucho que algunas de estas victorias hayan sido grandes para nosotros, para mí, se trata de ganar este último juego.”
Notre Dame cerró la temporada regular con 10 victorias consecutivas, la mayoría de manera abrumadora, y su racha, la más amplia en la nación, llegó a 13 después de victorias en playoff sobre Indiana, Georgia y Penn State.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.
