EL SEGUNDO, California, EE.UU. (AP) — Jim Harbaugh está ansioso por comenzar la planificación estratégica para la próxima campaña de los Chargers de Los Ángeles junto con el gerente general Joe Hortiz.
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Sin embargo, esos planes tendrán una breve pausa cuando Harbaugh se someta a dos procedimientos médicos.
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Harbaugh dijo el miércoles, durante sus comentarios de fin de temporada, que “pronto” se someterá a una ablación para tratar una arritmia cardíaca. Asimismo, se le practicará una cirugía de reemplazo de cadera.
Harbaugh experimentó la arritmia durante la primera mitad del partido del 13 de octubre, que los Chargers ganaron por 23-16 en Denver.
Durante el primer cuarto, Harbaugh entró brevemente en la carpa médica antes de dirigirse al vestuario. Ahí, Harbaugh se tomó el pulso, se sometió a un electrocardiograma, recibió suero por la vía intravenosa y consumió magnesio.
Harbaugh regresó a la línea lateral después de que el electrocardiograma mostró que su corazón había vuelto a un ritmo normal.
Harbaugh, de 61 años, dijo en la semana posterior al partido contra los Broncos que había lidiado con aleteo auricular durante muchos años. Esa condición puede provocar que el corazón lata demasiado rápido.
Después de ver a un cardiólogo, llevó un monitor cardíaco durante dos semanas y tomó un anticoagulante.
Será la tercera ablación cardíaca para Harbaugh. La primera fue en 1999, cuando aún jugaba, y la segunda en 2012.
Un procedimiento de ablación utiliza pequeñas quemaduras o congelaciones de células cardíacas. Crea pequeñas cicatrices en el tejido del corazón, lo que ayuda a prevenir que éste produzca un ritmo irregular.
Harbaugh caminó con una cojera significativa al final de la temporada, especialmente al ir de la línea de banda al vestuario, debido a su cadera.
El estratega, quien regresó a la NFL después de llevar a Michigan a un campeonato en los Playoffs de Fútbol Americano Universitario la temporada pasada, condujo a los Chargers a una mejora de seis victorias.
La tarea para Harbaugh y Hortiz durante los próximos seis meses antes de que comience el campamento de prácticas consistirá en construir la plantilla.
A pesar de la derrota del último sábado por 32-12 en Houston, en la ronda de comodines, Harbaugh continuó elogiando sin reservas a su equipo, que terminó 11-7.
“Realmente sentí que entrando en ese torneo éramos tan buenos como los mejores equipos en los playoffs. Ese día no fuimos el mejor equipo”, dijo. “No jugamos un fútbol americano complementario y no estuvimos a nuestro mejor nivel cuando más se necesitaba. Ésa es mi responsabilidad”.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.