WASHINGTON (AP) — El secretario de Estado, Antony Blinken, presentó el martes un argumento de última hora a favor de un plan para la reconstrucción y gobernanza en Gaza después de la guerra, mientras parece que un alto al fuego entre Israel y Hamás está cerca de concretarse.
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Blinken promocionó la propuesta, que ha estado en preparación durante un año, y discutió la importancia de asegurar su éxito después de que el presidente Joe Biden deje el cargo, en un discurso en el Atlantic Council, un centro de estudios con sede en Washington.
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“Tenemos la responsabilidad de asegurar que las ganancias estratégicas de los últimos 15 meses perduren y sienten las bases para un futuro mejor”, dijo Blinken. “Con demasiada frecuencia, en Oriente Medio, hemos visto cómo los zapatos de un dictador pueden ser llenados por otro, o dar paso a conflictos y caos”.
Blinken dijo que el plan, al cual ha hecho referencia en el pasado, prevé que la Autoridad Palestina invite a “socios internacionales” para establecer una autoridad gubernamental interina que administre servicios críticos y supervise el territorio. Otros socios, notablemente los estados árabes, proporcionarían fuerzas para garantizar la seguridad a corto plazo, dijo.
Esa misión de seguridad dependería de un camino hacia un estado palestino independiente que unifique Gaza y Cisjordania y tendría la tarea de crear “un ambiente seguro para los esfuerzos humanitarios y de reconstrucción y asegurar la seguridad fronteriza”, dijo Blinken. Un estado palestino, que Israel ha rechazado, ha sido un punto de fricción.
Al mismo tiempo, Estados Unidos lideraría una nueva iniciativa para entrenar, equipar y evaluar una fuerza de seguridad liderada por palestinos para Gaza que se centraría en la ley y el orden que tomaría el relevo de la misión interina, dijo.
Blinken y sus principales asesores han pasado meses tratando de vender a Israel, la Autoridad Palestina y las naciones árabes del Golfo el plan, que describe cómo se gestionaría Gaza sin Hamás al mando, detalla las prioridades de reconstrucción y se encarga de la seguridad en el territorio devastado por la guerra que comenzó en octubre de 2023 tras los ataques de Hamás dentro de Israel.
Esos esfuerzos inicialmente se encontraron con resistencia de todos los frentes: Israel objeta los llamados a su completa retirada de Gaza y a que la Autoridad Palestina asuma el papel principal en la gobernanza, mientras que las naciones árabes insisten en que un alto al fuego debía sellarse antes de cualquier discusión de un plan para “el día después”. Un punto de fricción también ha sido la demanda de los países árabes de un camino hacia un estado palestino, que Israel ha rechazado.
Pero durante múltiples viajes a la región desde el pasado enero, Blinken logró que los Estados árabes, muchos de los cuales se les pediría pagar por la reconstrucción, se prepararan para la propuesta.
El discurso de Blinken el martes fue interrumpido varias veces por manifestantes, quienes gritaron que él era cómplice de lo que alegaron eran crímenes de guerra israelíes, llamándolo “secretario de genocidio” y prometiendo que se le haría responsable por firmar envíos de armas a Israel. Las protestas fueron breves y Blinken pareció imperturbable.
El principal diplomático de Estados Unidos criticó a Israel por no hacer lo suficiente para contener la violencia contra los palestinos en Cisjordania, retener ingresos fiscales de la Autoridad Palestina y oponerse a cualquier papel futuro significativo para el liderazgo de Cisjordania en Gaza. También criticó a la Autoridad Palestina (AP) por resistirse a las demandas de reformas que solo recientemente ha comenzado a aceptar.
“La AP necesitará llevar a cabo reformas rápidas y de gran alcance para construir una gobernanza más transparente y responsable, continuando un proceso que comenzó el año pasado. Israel tendrá que aceptar reunir a Gaza en Cisjordania bajo el liderazgo de una AP reformada”, afirmó.
Blinken también se refirió a otros aspectos de la política del gobierno en Oriente Medio. Elogió a Estados Unidos y a otros por defender a Israel durante dos ataques con misiles sin precedentes de Irán y enfatizó que múltiples gobiernos estadounidenses de ambos partidos políticos han jurado nunca permitir que Irán desarrolle armas nucleares.
Mientras tanto, la perspectiva de normalización entre Israel y Arabia Saudí “es el mejor incentivo para que las partes tomen decisiones difíciles necesarias para realizar plenamente las aspiraciones de israelíes y palestinos”, dijo Blinken.
Señaló que “gran parte del trabajo pesado para la normalización está completo”, notablemente elementos de una nueva alianza estratégica entre Estados Unidos y Arabia Saudí que haría de Arabia Saudí un aliado formal por tratado e incluiría un acuerdo de cooperación nuclear civil y oportunidades de inversión mejoradas. Pero advirtió que sin un acuerdo sobre Gaza y un camino hacia un estado palestino, la normalización no ocurriría.
La urgencia de mantener vivo el plan de Gaza incluso sin un cese del fuego se intensificó después de la elección de noviembre de Donald Trump. Los funcionarios estadounidenses han incorporado a los asesores de Trump en las discusiones durante el último mes para obtener su aprobación del plan, que requerirá una participación estadounidense significativa durante la presidencia de Trump.
Uno de los temores era que el equipo de Trump abandonara el plan de forma similar a como lo hizo el gobierno del expresidente George W. Bush con una propuesta respaldada por Estados Unidos para la etapa posterior a la caída de Sadam Husein en Irak, elaborada cuando Bill Clinton estaba en la Casa Blanca.
Ese detallado plan de varios volúmenes diseñado para evitar que Irak cayera en el caos en caso de que Sadam fuera derrocado fue el resultado del proyecto “Futuro de Irak” que se inició después de que el Congreso pidiera un cambio de régimen en Irak mientras Clinton estaba en el cargo.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.
