HUITZILAC, México (AP) — Las escuelas y algunos negocios cerraron y pocas personas caminaban por las calles de este pueblo al sur de la capital de México el martes, horas después de que cinco personas fueron asesinadas a tiros en la misma calle donde otro ataque dejó ocho muertos apenas hace ocho meses.
Huitzilac está en el centro de una zona inestable en el estado de Morelos por la rivalidad entre organizaciones criminales y tala ilegal. Los asesinados aparentemente estaban haciendo campaña para ocupar cargos locales gestionando los recursos colectivos de la comunidad, como el bosque circundante, antes de una elección programada para marzo.
El alcalde César Dávila Díaz condenó el ataque en una publicación en su cuenta de Facebook: “Estos actos carecen de cualquier justificación y van en contra de los principios de respeto, convivencia y diálogo”, escribió.
Un número desconocido de pistoleros atacó el lunes por la noche en la calle principal de Huitzilac. El martes por la mañana, se podían ver rastros de sangre y cinco velas en el pavimento.
José Romero, un agricultor de 53 años que vive a pocos metros de donde tuvo lugar el ataque, dijo que estaba viendo televisión cuando escuchó los disparos.
Agregó que la seguridad del pueblo es irregular dependiendo de la presencia de las fuerzas de seguridad. Cuando la Guardia Nacional no está presente, ocurren este tipo de ataques, dijo Romero.
Un ataque en mayo pasado tuvo como objetivo a hombres que estaban bebiendo cerveza después de un partido de fútbol, justo dos semanas antes de las elecciones presidenciales de México.
La presidenta Claudia Sheinbaum, quien ganó esa elección con facilidad, asumió una situación de seguridad complicada.
Decenas de organizaciones criminales pelean por territorio en todo México, buscan asegurar rutas seguras para el contrabando de migrantes, drogas y armas, pero también cada vez más para extorsionar a las comunidades.
La administración de Sheinbaum ha mostrado más disposición para perseguir a las organizaciones criminales que la de su predecesor Andrés Manuel López Obrador, pero los puntos críticos se extienden por todo el país. Facciones del cártel de Sinaloa llevan meses en guerra en la capital del estado de Sinaloa.
Los cárteles de Sinaloa y el Jalisco Nueva Generación están peleando en varios estados que van desde Michoacán, en el centro del país, hasta Chiapas, en el sur, en la frontera con Guatemala.
El martes, se encontraron partes de cuerpos de un número desconocido de víctimas en una carretera en Tabasco, en el Golfo de México, mientras el gobernador de ese estado anunciaba la llegada de 180 soldados para abordar la creciente violencia.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.