MADRID, 2 (EUROPA PRESS)
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Este periodo de transición, que comienza desde la publicación de la legislación, se ha introducido debido a que la nueva norma supone "un cambio significativo" en el uso de estos materiales y es que los explotadores de empresas han dependido de este material durante varias décadas para fabricar objetos destinados a entrar en contacto con alimentos, en relación con muchas aplicaciones distintas y que actualmente se utilizan ampliamente en la Unión.
"Esto es especialmente cierto en el caso de los barnices y revestimientos aplicados a los envases metálicos, entre los que existen varios cientos de posibles formulaciones de resinas epoxi a base de bisfenol A, dependiendo de los requisitos del objeto final destinado a entrar en contacto con alimentos. Por lo tanto, debe organizarse la transición a los materiales y objetos destinados a entrar en contacto con alimentos que se fabriquen sin necesidad de BPA, a fin de evitar poner en peligro la seguridad de los alimentos y evitar perturbaciones en las cadenas alimentarias dentro de la Unión", reza el documento, publicado el martes.
En el texto se destaca que los operadores de estas empresas han sido "proactivos a la hora de prepararse para una transición hacia el abandono del bisfenol A y ya han introducido cambios en respuesta a la demanda de la cadena de suministro", por lo que este periodo de transición les dará "tiempo" para completar el proceso y cumplir con las normas.
Sin embargo, los legisladores han consideardo que algunos materiales y objetos específicos necesitan de "más tiempo" para y garantizar la viabilidad técnica de alternativas a gran escala para todo el mercado de la UE, razón por la que también se concederán 36 meses en algunos casos.
"Esto incluye el tiempo necesario para desarrollar plenamente las formulaciones de sustitución y evaluar su funcionalidad y rendimiento sobre la base de parámetros críticos, incluidas la seguridad química y la protección de los alimentos para evitar el deterioro microbiológico y garantizar un tiempo de conservación adecuado, cuando no existan métodos acelerados para comprobar el tiempo de conservación, antes de aumentar su disponibilidad a nivel comercial", se lee en el boletín.
La UE también ha concedido una excepción para autorizar su uso en la fabricación de conjuntos de membranas de filtración de polisulfona, sujeto a la restricción de que el bisfenol A no migre a los alimentos; y para fabricar barnices y revestimientos líquidos a base de epoxi que se apliquen a la superficie de tales objetos finales de grandes dimensiones destinados a entrar en contacto con alimentos, con la restricción de que el bisfenol A no migre a los alimentos.
Cabe destacar que este material ya está prohibido en algunos productos comercializados en la UE como es el caso de los biberones. Las restricciones se aplican principalmente al uso de bisfenol A en envases, como el recubrimiento utilizado en las latas de metal y a su uso en artículos de consumo como botellas de plástico reutilizables para bebidas, neveras de distribución de agua o utensilios de cocina.
La prohibición llegó el pasado 19 de diciembre tras el voto favorable de los Estados miembro de la UE y un periodo de examen por parte del Consejo y el Parlamento Europeo, y se articula en base a la última evaluación científica de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés), que concluyó que este compuesto tiene "efectos nocivos sobre el sistema inmunitario".
No obstante, se aplicarán excepciones limitadas cuando no existan alternativas seguras disponibles y periodos de transición cuando no supongan un riesgo para los consumidores a fin de permitir a la industria adaptarse y evitar posibles alteraciones en la cadena alimentaria.
El bisfenol A es un producto químico que se utiliza desde hace muchos años como componente para la fabricación de policarbonato y resinas epoxi-fenólicas, y hasta ahora estaba autorizado para la fabricación de materiales plásticos para contacto con los alimentos.