MADRID, 2 (EUROPA PRESS)
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"Como parte de la aplicación de los acuerdos entre Israel y Líbano, antes del ataque se envió una solicitud al Ejército libanés para que neutralizara los lanzamisiles que representaban una amenaza para la retaguardia israelí y nuestras fuerzas", han detallado las FDI en una publicación en sus redes sociales.
Así pues, las autoridades castrenses israelíes han incidido en que este ataque tan solo fue efectuado una vez que el Ejército regular libanés "no atendió la solicitud" presentada. "Las FDI continuan actuando para eliminar cualquier amenaza al Estado de Israel, de acuerdo con lo pactado en el acuerdo del alto el fuego", ha dicho.
Israel y Hezbolá llegaron a un acuerdo para un alto el fuego a finales de octubre que estipula que tanto el grupo islamista como las tropas israelíes abandonarían el sur del territorio libanés en favor del Ejército regular de Líbano, que deberá tomar posiciones en la zona para garantizar la seguridad del norte de Israel.
Sin embargo, tanto Hezbolá como las autoridades de Israel se han acusado mutuamente de haber quebrantado el alto el fuego.
El repunte de las hostilidades en Beirut y el sur de Líbano se enmarca en los enfrentamientos iniciados hace más de un año después de que Hezbolá atacara Israel un día después de la ofensiva del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) del 7 de octubre de 2023, que dejó casi 1.200 muertos y 240 rehenes y sirvió como detonante para la actual guerra en Oriente Próximo.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) desataron el pasado 1 de octubre una nueva invasión de Líbano tras semanas de intensos bombardeos y ataques contra el país, incluida la explosión coordinada de miles de 'buscas' y 'walkie-talkies' vinculados a Hezbolá. Los ataques sobre Líbano han diezmado a Hezbolá, que ha perdido a su histórico líder, Hasán Nasralá. Esta guerra deja un balance provisional de cerca de 4.000 fallecidos y 16.500 heridos.