BELGRADO, Serbia (AP) — Estudiantes universitarios serbios dejaron montones de viejos libros escolares frente al edificio del ministerio de educación el viernes como parte de las protestas callejeras que se realizan casi a diario para exigir la rendición de cuentas por el derrumbe, ocurrido hace casi dos meses, de un dosel de concreto que mató a 15 personas en el norte del país.
PUBLICIDAD
También se realizaron bloqueos de tráfico en varios lugares de Serbia a las 11:52 de la mañana, la hora exacta en que la construcción de concreto de la fachada del edificio de la estación de tren en Novi Sad se desplomó sobre las personas que estaban debajo. Los bloqueos de tráfico se han realizado todos los viernes desde el accidente del 1 de noviembre, y duran 15 minutos, uno por cada una de las 15 víctimas.
PUBLICIDAD
Muchos serbios culpan del colapso a la corrupción generalizada y a los descuidados trabajos realizados en el edificio de la estación de tren en la ciudad de Novi Sad, que fue renovado dos veces en los últimos años como parte de cuestionables megaproyectos en los que participaron empresas estatales chinas.
Las persistentes protestas en Serbia reflejan la amplia indignación por el accidente, pero también el descontento general con el gobierno del presidente populista Aleksandar Vucic. Decenas de miles de personas participaron en una gran manifestación el domingo pasado en Belgrado, liderada por los estudiantes universitarios.
Los fiscales han ordenado el arresto de 13 personas por la tragedia de Novi Sad, entre ellas, un ministro del gobierno cuya liberación posterior alimentó el escepticismo del público sobre la honestidad de la investigación.
Los estudiantes universitarios han recibido el apoyo de diversos sectores de la población, desafiando el estricto control del gobierno de Vucic. El símbolo del movimiento —una huella de mano roja que les dice a las autoridades que tienen sangre en sus manos— ha sido utilizado por actores, agricultores y otros simpatizantes de las protestas.
En Belgrado, más de 2.000 estudiantes marcharon hacia el ministerio de educación. Un orador le dijo a la multitud que “estamos cansados de que nos llamen mercenarios políticos y de ser atacados en las calles”.
En Novi Sad, en una manifestación estudiantil se lanzaron críticas a la manera en que el medio estatal RT Vojvodina informa sobre las protestas y el derrumbe del dosel.
Autoridades populistas y los principales medios de comunicación progubernamentales han descrito las protestas como una ‘guerra híbrida’ contra Vucic bajo las órdenes de servicios de inteligencia extranjeros. Aunque Serbia busca formalmente incorporarse a la Unión Europea, Vucic ha enfrentado acusaciones de restringir las libertades democráticas.
Estudiantes universitarios de Sarajevo, la capital de la vecina Bosnia, y de la ciudad de Banja Luka, en el noreste del país, se reunieron el viernes en apoyo a sus colegas serbios y para llamar la atención sobre los problemas en su propio país.
___
Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.