BUENOS AIRES (AP) — Abuelas de Plaza de Mayo anunció el viernes la restitución de la identidad del nieto 138 apropiado durante la última dictadura militar en Argentina (1976-1983) y lo celebró como una victoria contra las políticas de ajuste del presidente ultraderechista Javier Milei en el área de derechos humanos.
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“Esta restitución es, una vez más, la muestra de las consecuencias del terrorismo de Estado en el presente y, también, de la necesidad de dar centralidad a las políticas de derechos humanos para que los delitos de lesa humanidad cesen”, expresó la entidad en un comunicado.
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Su titular, Estela de Carlotto, detalló en rueda de prensa que el nieto encontrado es hijo de Marta Enriqueta Pourtalé y Juan Carlos Villamayor, dos militantes de Montoneros, el brazo armado del peronismo de izquierda, que figuran en la nómina de desaparecidos durante el régimen.
Pourtalé transitaba un embarazo de ocho meses y medio cuando junto a su pareja fueron secuestrados por agentes de civil el 10 de diciembre de 1976 y trasladados a la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), considerado el principal centro clandestino de detención y tortura durante el régimen.
Se sospecha que Pourtalé dio a luz en la ESMA a “Manuel”, como pensaban llamar a su bebe, y luego fue ejecutada. Nada más se supo del niño.
Los familiares de Pourtalé y Villamayor denunciaron el caso ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y tras el retorno de la democracia la investigación estuvo a cargo de la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CoNaDI).
Recientemente, la justicia convocó a un hombre a realizarse el estudio de ADN y los datos fueron cotejados con las muestras de la familia biológicas almacenados en el Banco Nacional de Datos Genéticos para corroborar su identidad.
El nieto no estuvo presente en la conferencia y Abuelas no dio a conocer el nombre con el cual vivió hasta este momento ni reveló datos sobre su crianza.
La justicia argentina concluyó que la dictadura militar ejecutó un plan sistemático de robo y adopción ilegal de niños nacidos durante el cautiverio de sus madres detenidas. Los recién nacidos por lo general fueron entregados a miembros de las Fuerzas Armadas, que los inscribieron en el registro civil como propios.
Según Abuelas, 500 fueron los nuestros apropiados.
“Faltan muchos por encontrar, pero sumar uno ayuda a seguir sumando en el futuro. Hay que tener fe”, expresó Carlotto.
El anuncio de la aparición del nieto 138 coincidió con una nueva ola de despidos y recorte de presupuesto en la secretaría de derechos humanos, como parte del plan de ajuste del Estado que ha implementado Milei en su primer año de gobierno.
Los organismos de derechos humanos denuncian que estos recortes ponen en riesgo las políticas de memoria, verdad y justicia de lo sucedido durante una de las dictaduras más sangrientas de Latinoamérica y advierten sobre las posiciones negacionistas del gobierno de Milei.
Desde el ministerio de Justicia, que tiene bajo su órbita a la secretaría de derechos humanos, argumentaron que había un exceso de personal y que la mayoría de los despedidos eran militantes del último gobierno de centro-izquierda de Alberto Fernández (2019-2023).
“Desde Abuelas pedimos que se sostenga el trabajo de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, una herramienta imprescindible para la defensa de estos derechos fundamentales”, sostuvo la organización. “Y a todos y todas les decimos que seguiremos trabajando para encontrar a los 300 nietos y nietas que aún nos faltan”.