MADRID, 26 (Portaltic/EP)
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Los 'data centers' se están posicionando como el eje en el que transitan la sostenibilidad energética y la digitalización, de manera que cada servidor, kilovatio optimizado, innovación en refrigeración o materiales con bajas emisiones de carbono están ayudando a dar forma al futuro.
La compañía insiste en que actualmente se da una "doble revolución", en la que tiene gran protagonismo la IA, que está disparando la demanda de potencia de cálculo. Tanto es así que, para 2030, casi la mitad de toda la capacidad energética de los nuevos centros de datos europeos podría dedicarse a las cargas de trabajo relacionadas con esta tecnología.
UN INCREMENTO SIN PRECEDENTES DEL CONSUMO ENERGÉTICO
Esta evolución, marcada por un crecimiento exponencial de las necesidades informáticas para el entrenamiento y la inferencia de los modelos de IA, llevará a triplicar el consumo de energía. Este pasará de 10 GW a 35 GW, según un informe de McKinsey.
Otro análisis de Statista señala que el mercado mundial de la IA alcanzará los 1,8 billones de dólares en 2030 -frente a los 240 billones de 2023-, una altísima demanda que exigirá que los centros de datos se adapten en términos de densidad energética.
A su vez, el aumento de los modelos generativos de IA requiere una potencia de cálculo sin precedentes, de manera que estos 'data centers' tendrán que alojar servidores más densos, con un consumo de energía por rack que a veces supera los 100 kW en los despliegues más intensivos.
Teniendo en cuenta que los centros de datos podrían llegar al 4 por ciento del consumo mundial de electricidad en 2030 según un informe de la Agencia Internacional de Energía (AIE), desde Data4 consideran que "la revolución digital no puede llevarse a cabo sin un planteamiento responsable", en palabras de su director de operaciones, Fançois Sterin.
EL SECTOR APUESTA POR MEJORES PRÁCTICAS
Actualmente, buena parte de las empresas del sector ya apuesta por las mejores prácticas. Así lo determina el Uptime Institute, que indica que cerca del 40 por ciento de los operadores ya emplean energía verde para una parte de su consumo.
Además, se consideran otras innovaciones menos agresivas con el medio ambiente, como los centros de datos sumergidos y las soluciones para recuperar y reutilizar el calor de los centros de datos, que forman parte de una economía circular más virtuosa.
Asimismo, están surgiendo avances desde un punto de vista más operativo. Por ejemplo, el uso de tecnologías de refrigeración líquida (DLC, por sus siglas en inglés), que son más eficientes a nivel energético y reducen las necesidades de enfriamiento en un 30 o un 40 por ciento, en comparación con los sistemas tradicionales.
El desarrollo de hormigón con bajas emisiones de carbono también puede reducir hasta un 70 por ciento las emisiones relacionadas con la construcción de infraestructruas, según algunos estudios. Asimismo, la aplicación sistemática de análisis del ciclo de vida (ACV) permite identificar palancas de optimización desde la fase de diseño.
Por todo ello, desde Data4 creen que 2025 "se perfila como el año en que el futuro se hace tangible", debido a que "en la encrucijada de las revoluciones digital y energética, los centros de datos ya no son meras infraestructuras", sino que se han convertido "en los cimientos de un mundo de transformación" en el que la adaptación es esencial.