MADRID, 23 (EUROPA PRESS)
La organización no gubernamental Médicos Sin Fronteras (MSF) ha alertado este lunes de los niveles "extremadamente críticos" de desnutrición en el estado nigeriano de Katsina, situada en el norte de Nigeria y en la que han muerto ya más de 800 niños por desnutrición en lo que va de año.
La ONG ha señalado que tres de cada diez niños sufre desnutrición global aguda en Katsina, según un estudio llevado a cabo en julio a través de los datos médicos de 2.066 niños en las áreas de Katsina, Jibia y Mashi, informe que muestra que en algunos puntos los niveles se han duplicado desde el año pasado, cuando la situación era ya considerada de extrema gravedad.
Además, las tasas de desnutrición aguda severa, la forma más peligrosa de desnutrición, también se sitúan en niveles "preocupantes" y oscilan entre el 6,8 al 14,4 por ciento, lo que lleva a determinar que los residentes en estas zonas se encuentran en un nivel "extremadamente crítico" según la Clasificación Integrada de las Fases de la Seguridad Alimentaria (CIF).
"Los resultados de esta encuesta son aterradores", ha dicho el coordinador médico de MSF, Raphael Kananga. "Llevamos un par de años registrando unos indicadores cada vez más altos y alarmantes, y ahora estamos pasando de niveles críticos a extremadamente críticos", ha alertado.
En este sentido, Kananga ha especificado que el catorce por ciento de los niños estaban "gravemente desnutridos" en Mashi, una prevalencia que "sólo" puede ser calificada como "catastrófica". "Necesitamos que las organizaciones aumenten sus esfuerzos, no que los disminuyan. De lo contrario, veremos morir a un número récord de niños", ha recalcado.
MSF, que gestiona cuatro centros de tratamiento terapéutico para niños desnutridos en Katsina, ha atendido este año a más niños y en estados más graves de desnutrición, lo que ha supuesto también un "enorme" aumento en el número de niños que han tenido que ser hospitalizados.
De hecho, más de 100.000 niños con desnutrición han sido atendidos entre enero y diciembre, lo que supone un aumento del 20 por ciento respecto al mismo periodo del año pasado, con un repunte de más del 50 por ciento de los ingresos hospitalarios en comparación con 2022 y 2023.
La organización ha aseverado que desde la realización del estudio, llevado a cabo por MSF en colaboración con Epicentre, la sección epidemiológica de la ONG, y el Ministerio de Salud del estado de Katsina, la situación no ha mejorado , con un "importante" aumento de los ingresos por desnutrición en los hospitales y centros de salud.
A esta situación se suma que la ayuda destinada a esta zona de Nigeria nunca ha sido suficiente, con una reducción progresiva de fondos y recursos en estos momentos, por lo que MSF ha pedido "dar un paso al frente" y "prestar un mayor apoyo para evitar que la situación siga empeorando en el próximo año 2025".
De esta forma, la organización ha insistido en que las previsiones sobre un mayor deterioro de la situación son "muy preocupantes", azuzadas por la elevada inflación, la devaluación de la moneda local y la disminución de los rendimientos agrícolas, lo que provoca un aumento del coste de vida en medio de la inseguridad y el impacto del cambio climático.
A la situación se suma un contexto igualmente preocupante en otras zonas del país, como el estado de Zamfara (noreste), donde a principios de año se detectó que el 27 por ciento de los niños sufría desnutrición global aguda.
"Esta es una tendencia que estamos observando en todos nuestros centros de nutrición del norte de Nigeria", ha argumentando Kananga, que ha especificado que "en total, los equipos médicos que trabajan en siete estados del norte de Nigeria han tratado a 294.000 niños con desnutrición entre enero y septiembre de este año".
"Esto supone un 43 por ciento más que el número de niños tratados en el mismo periodo en 2023", ha reseñado, en línea con las palabras del representante de MSF en Nigeria, Simba Tirima, quien ha insistido en que los resultados de los últimos estudios "confirman los peores temores" tras dar "la voz de alarma" en varias ocasiones sobre "la creciente crisis de desnutrición en el norte de Nigeria".
Así, Tirima ha hecho hincapié en que "las condiciones no han mejorado, sino que se han deteriorado significativamente". "Este año, nuestros equipos en localidades como Kebbi, Zamfara, Katsina y Maiduguri se han visto desbordados por un número sin precedentes de niños desnutridos que requieren atención urgente", ha lamentado.
"Hemos utilizado todos los recursos disponibles, desde tiendas de campaña donde colocar colchones extra en los momentos de mayor congestión hospitalaria, pero la afluencia de pacientes que llegan a nuestros hospitales ha sido muchas veces desbordante", ha relatado, antes de advertir de que la situación podría empeorar "drásticamente" en 2025 "sin una acción significativa e inmediata".
"Reconocemos los recientes y actuales esfuerzos que ha llevado a cabo el Ministerio Federal de Sanidad y Bienestar Social para hacer frente a la desnutrición, pero es necesario que se den muchos más pasos al frente", ha dicho. Si todas las partes interesadas aumentan la financiación y garantizan un suministro fiable de alimentos terapéuticos, hay esperanzas de que podamos salvar la vida de muchos niños el año que viene", ha zanjado.