CIUDAD DE MÉXICO (AP) — Siete personas murieron y 10 más resultaron heridas, incluidos cuatro policías, después de que se registró un motín y un incendio al interior de una prisión en el sur de México en medio de un operativo para trasladar a dos reclusos, informaron el jueves las autoridades del estado de Tabasco.
PUBLICIDAD
El incidente ocurrió en el Centro de Reinserción Social de Villahermosa, capital del estado, donde un grupo de reclusos se enfrentó a las autoridades cuando ingresaron al penal a primera hora del jueves.
PUBLICIDAD
Las fuerzas de seguridad fueron recibidas a disparos al ingresar al penal, informó el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana del estado, Víctor Hugo Chávez Martínez. Durante el ataque se quemaron muebles y basura en los patios del reclusorio.
El motín se extendió durante varias horas, hasta que las autoridades localizaron a uno de los reclusos a trasladar a eso de las 8 de la mañana. Una hora después, las fuerzas de seguridad encontraron a otro de los presos requeridos, quien opuso resistencia con arma de fuego y estaba resguardado por otros 20 internos, indicó Chávez Martínez.
“Al oponer esta resistencia, la autoridad tiene también que actuar en defensa de su propia vida”, expresó el funcionario sin ofrecer detalles del saldo que dejó el enfrentamiento armado.
Durante el motín fallecieron siete presos y otros seis sufrieron heridas. En la reyerta también resultaron lesionados cuatro policías, informó la Fiscalía General del estado en un comunicado difundido la noche del jueves.
Las autoridades decomisaron durante el operativo un fusil AR-15, cinco pistolas, una granada de fragmentación, 23 machetes, 14 cuchillos, 23 armas blancas de fabricación casera, 35 cartuchos de diferentes calibres, cinco radios, siete teléfonos móviles, y drogas.
En México hay 331 cárceles, de las cuales 14 son centros penitenciarios federales, 266 prisiones estatales y 51 centros especializados. La población penal se estima en unas 233.277 personas, muchas de las cuales viven en graves condiciones de hacinamiento, en particular en entidades como el Estado de México, Morelos, Nayarit y Durango donde la sobrepoblación supera en más del 60% la capacidad de los penales.
El hacinamiento, generado en parte por el mecanismo de prisión preventiva que mantiene en la cárcel a miles de reclusos sin sentencia, aunado a la falta de personal de custodia, ha favorecido la corrupción y la violencia al interior de las cárceles, según estiman los analistas.
De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía durante el 2023 ocurrieron 3.094 incidentes en las cárceles mexicanas, un incremento de 18,5% respecto al año previo. Los hechos violentos dejaron 100 muertos y 892 lesionados.