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MADRID, 20 (EUROPA PRESS)
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El Ministerio de Exteriores de Georgia ha convocado este viernes al embajador británico en el país, Gareth Ward, en señal de protesta por las sanciones impuestas por Londres contra el ministro del Interior georgiano, Vajtang Gomelauri, y otros cuatro altos cargos por la represión registrada en el marco de las protestas contra el Gobierno que han tenido lugar durante los últimos meses en el país.
Las sanciones afectan también al viceministro del Interior, Aleksandre Daravelidze, el jefe del Departamento de Operaciones Especiales, Zviad Jarazishvili, y su 'número dos', Mileri Lagazauri. Todos ellos han sido hallados "responsables de atacar a periodistas y manifestantes pacíficos", según ha indicado el Gobierno británico.
Sin embargo, las autoridades de Georgia han descartado que existiera brutalidad policial durante dichas manifestaciones y ha criticado las sanciones impuestas tanto por Reino Unido como por Estados Unidos.
El Ministerio del Interior de Georgia ha señalado que este tipo de acusaciones son "desproporcionadas" y ha recalcado que 171 agentes resultaron heridos en el marco de la ola de protestas contra el Gobierno, al que activistas y opositores acusan de haber alejado al país de la senda para la integración europea en un claro acercamiento a Rusia.
"Algunas de las víctimas sufrieron heridas de gravedad", ha manifestado el Ministerio en un comunicado en el que ha señalado que todas las quejas presentadas por los manifestantes están siendo investigadas por el Servicio Especial de Investigaciones de Georgia, de acuerdo a lo que dicta la ley.
En este sentido, ha afirmado que las acusaciones vertidas contra las autoridades solo buscan "desacreditar" al Gobierno en plena crisis política a raíz de las elecciones parlamentarias de finales de octubre, que según la oposición y la presidenta saliente del país, Salomé Zurabishvili, registraron irregularidades.
"La gente puede ver claramente que las acciones adoptadas en el marco de manifestaciones pacíficas son respaldadas para garantizar que todos los participantes tienen la oportunidad de expresar libremente su opinión", recoge el texto, que apunta a que en algunas ocasiones los agentes se vieron obligados a usar la violencia en la avenida Rustaveli, donde se concentraron las protestas, a medida que los manifestantes incurrían en delitos.
Así, ha lamentado que el objetivo de algunos de los presentes "era convertir estas marchas frente al Parlamento en acciones violentas". "Esto quedó probado con el hecho de que muchos de ellos acudían con objetos contundentes o punzantes", ha aclarado el Ministerio.