MADRID, 19 (EUROPA PRESS)
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"Se enseñó dos o tres años y se volvió a guardar en una caja que heredó uno de los bailarines del ballet. Tras el cierre del Ballet Russe de Montecarlo en 1968, el bailarín lo donó a la Universidad Butler, donde ha estado colgado y por eso se cree que está tan bien mantenido". Yo la adquirí directamente a ellos, adquirí una caja", ha explicado el galerista y propietario de la pieza, Jorge Alcolea, durante la presentación del telón.
Aunque Alcolea ha asegurado que el precio por el que se adquirió es confidencial y que el telón original no está a la venta, sí ha explicado que la pieza está asegurada en 10 millones de euros y que no necesitó restauración, porque estaba "muy bien mantenido", pero que sí se ha fijado la pintura para "revivir" los colores.
"El hallazgo fue en una subasta pública en Estados Unidos hace 10 u 12 años. Hice la oferta con la cual lo pude adquirir, siempre con la sorpresa de no poder haber comprobado el estado en el que se encontraba. Funciona así, compras la caja y tenías las fotos antiguas de la Universidad, todo certificadísimo. Pero la sorpresa es que, como ha dicho Jaime, estaba en perfectas condiciones (...) Aun así, incluso se notan los desgastes del paso de los bailarines entrando y saliendo. Eso le da un sabor original", ha añadido el propietario.
La exposición de los telones podrá visitarse hasta el próximo 6 de enero en el Teatro Fernando de Rojas del Círculo de Bellas Artes y además de las visitas libres y gratuitas, la entidad ha organizado un ballet performativo dirigido por Jaime Vallaure --comisario de la exposición-- y coreografiado por Tania Arias, todas las tardes.
Esta iniciativa se enmarca en el 'diciembre surrealista' del Círculo, que dedica parte de su programación al centenario del Manifiesto del Surrealismo, publicado por André Bretón, y que se suma a la exposición 'Max Ernst: Surrealismo, arte y cine'.
UN TELÓN Y CUATRO LIENZOS CON REFERENCIAS AL PECADO FEMENINO
El decorado de Dalí incluye un telón y cuatro lienzos que tienen el Monte de Venus como elemento central y que está vinculado a referencias como el mito de Leda o el pecado femenino. La composición integra, además, referencias renacentistas y "contrastes" entre el amor y la muerte, representados en las calaveras o fantasmas.
Dalí no llegó a asistir al estreno del ballet en 1939, para el que también escribió el libreto, diseñó los demás decorados y vestuario consiguiendo lo que él denominó "ballet paranoico", según ha explicado el comisario de la muestra.
Precisamente, esta producción de la compañía Ballets Russes --creada en 1911 por Sergei Diaghilev-- contó con otras figuras como Coco Chanel, que trabajó en la realización de parte del vestuario y de los accesorios, aunque finalmente fueron confeccionados por Barbara Karinska.