MADRID, 18 (EUROPA PRESS)
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El vicepresidente para Asuntos Parlamentarios, Shahram Dabiri, ha confirmado que el Gobierno ha pedido al Consejo Superior de Seguridad Nacional que no envíe por ahora el texto para su aprobación final después de que el presidente del Parlamento haya trasladado una petición para introducir modificaciones al texto.
"Hemos pedido que la ley sobre castidad y hiyab no sea presentada al Gobierno para que se adopte una decisión sobre su futuro", ha manifestado, antes de ahondar en que se llevará a cabo una revisión "en el momento apropiado", según ha recogido la agencia iraní de noticias Mehr.
El proyecto de la Ley en Apoyo a la Familia a través de la Promoción de la Cultura de la Castidad y el Hiyab había sido ya aprobado por el Parlamento en septiembre de 2023, si bien aún no ha sido enviado al Gobierno para su ratificación, en medio de las críticas al endurecimiento de las medidas contra las mujeres que incumplan el código de vestimenta.
Asimismo, ha recibido luz verde del Consejo de Guardianes, que tiene capacidad para vetar la legislación y, si bien estaba previsto que se entregara a Pezeshkian para su ratificación a principios de mes, el proceso no ha seguido adelante y podría derivar en una futura revisión del proyecto.
Pezeshkian afirmó a principios de diciembre que tenía "numerosas reservas" sobre el proyecto de ley y agregó que "hay dudas y ambigüedades" en torno al texto, después de las masivas movilizaciones tras la muerte bajo custodia en 2022 de Mahsa Amini, detenida por supuestamente llevar mal puesto el velo.
Así, explicó que "intentando arreglar algo, pueden dañarse muchas otras cosas con esta intervención" y sostuvo que ha habido "muchas discusiones" en torno a la aplicación de la ley y apostó por continuar con las "conversaciones" para "preservar los principios y valores religiosos sin hacer nada que altere el consenso y genere descontento en el seno de la sociedad".
El presidente iraní, de tendencia reformista, abogó durante su campaña electoral con retirar de las calles a la 'Policía de la Moral' y defendió la necesidad de abordar desde un punto de vista más abierto el código de vestimenta, tras criticar la actuación de las fuerzas de seguridad después de la muerte de Amini.
El fallecimiento de la joven, miembro de la minoría kurda, desató una oleada de manifestaciones a nivel nacional que dejaron cerca de 500 muertos, según organizaciones no gubernamentales, mientras que los tribunales han condenado a muerte a varias personas por su papel en las protestas, algunas de las cuales han sido ya ejecutadas.