MADRID, 15 (EUROPA PRESS)
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El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha recibido este domingo el alta hospitalaria tras pasarse seis días ingresado en el hospital Sirio-Libanés de Sao Paulo por una hemorragia intracraneal.
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Lula, que fue intervenido de urgencia en dos ocasiones, se ha recuperado rápidamente de una crisis que le ha dejado "asustado y preocupado" por las perspectivas de su propia mortalidad. "Reivindico el derecho a vivir 120 años", ha bromeado en la rueda de prensa de despedida, en la que ha agradecido a los médicos y personal de enfermería la atención que le han dispensado.
"Me han dicho que tengo que estar 60 días tranquilo, pero puedo trabajar con normalidad. Así que a pasar Navidad y Año Nuevo en casa, y a intentar obedecer las órdenes de los médicos", ha manifestado.
El mandatario permanecerá en Sao Paulo hasta el próximo jueves, donde se someterá a una tomografía para examinar su evolución de una hemorragia que sufrió tras golpearse la cabeza en el baño después de cortarse las uñas, tal y como ha recordado el mandatario.
Al día siguiente comenzó a padecer dolores de cabeza, que primero atribuyó a una insolación, antes de que su médico le instara a hacerse más pruebas hasta que descubrieron el verdadero problema. Lula acabó ingresando el Hospital Sirio-Libanés de Brasilia el lunes por la noche, tras sentir fuertes dolores de cabeza y luego fue trasladado a la sede del centro médico en Sao Paulo para ser intervenido.
En la misma rueda de prensa, una de las responsables médicas, la doctora Ana Helena Germoglio, ha defendido que el alta recibida por el mandatario no es prematura, dado que Lula se ha recuperado "extremadamente mejor de lo esperado" y que es de naturaleza hospitalaria, no médica.