MADRID, 3 (EUROPA PRESS)
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Esta investigación, cuyos resultados han sido publicados en 'Nature Medicine', parte de un estudio en el que se identificó, a través de un mapeo del cerebro en ratones con lesiones parciales de la médula espinal, una mayor actividad del hipotálamo según recuperaban parte de su movilidad. Esta región del cerebro se asociaba tradicionalmente con funciones como la excitación y la alimentación, pero no motoras.
"Fue a través de una investigación fundamental, incluida la creación de mapas detallados de la actividad cerebral, que pudimos identificar el hipotálamo lateral en la recuperación de la marcha. Sin este trabajo fundamental, no habríamos descubierto el papel inesperado que desempeña esta región en el proceso de recuperación de la marcha", ha explicado Jordan Squair, uno de los autores principales del estudio.
A partir de estos resultados en ratones, científicos dirigidos por Grégoire Courtine y Jocelyne Bloch iniciaron ensayos en humanos que consistieron en la implantación de electrodos en el hipotálamo lateral con el objetivo de aplicar ECP, una técnica neuroquirúrgica que suele emplearse en áreas del cerebro responsables del control motor para tratar trastornos del movimiento como la enfermedad de Parkinson o el temblor esencial.
Mediante la aplicación de esta técnica en una zona novedosa, los expertos consiguieron que estas personas mejoraran su movilidad durante el proceso de rehabilitación, pero también a largo plazo, incluso cuando se detuvo la estimulación. Así, los resultados sugieren que el tratamiento promovió una reorganización de las fibras nerviosas residuales que contribuye a mejoras neurológicas duraderas.
"Una vez que el electrodo estuvo en su lugar y se realizó la estimulación, el primer paciente dijo inmediatamente: 'Puedo sentir mis piernas'. Cuando aumentamos la estimulación, dijo: "Quiero caminar"", explican. "Esta retroalimentación en tiempo real confirmó que nos habíamos enfocado en la región correcta, aunque nunca se ha asociado con el control de las piernas en humanos. En ese momento supe que estábamos asistiendo a un descubrimiento importante en la organización anatómica de las funciones cerebrales", ha afirmado Jocelyne Bloch.
"Esta investigación demuestra que el cerebro juega un papel clave en el proceso de recuperación de la parálisis", ha subrayado el profesor de Neurociencias de la Universidad EPFL y codirector del centro Neurorestore, Grégoire Courtine. El especialista ha detallado que el cerebro no es capaz de aprovechar al máximo las proyecciones neuronales que sobreviven tras una lesión de la médula espinal, pero que el hipotálamo lateral sí puede activar estas conexiones residuales y mejorar la recuperación neurológica en lesionados medulares, tal y como ha mostrado este ensayo.
Uno de los pacientes que han vuelto a caminar gracias a esta innovadora técnica es el austriaco Wolfgang Jäger, de 54 años, quien está en silla de ruedas desde 2006 debido a un accidente de esquí. Según ha señalado, la estimulación cerebral profunda le ha ayudado a restaurar parte de su movilidad e independencia. "El año pasado, durante las vacaciones, pude bajar unos escalones y regresar al mar mediante estimulación", ha descrito Jäger, quien también destaca un beneficio en la realización de tareas diarias, pues ahora puede alcanzar objetos de los armarios de la cocina.
Estos resultados permitirán nuevas aplicaciones terapéuticas para mejorar la recuperación después de una lesión de la médula espinal. Las investigaciones futuras se centrarán en la integración de la estimulación cerebral profunda con otras tecnologías, como los implantes de médula espinal, que ya han demostrado potencial para restaurar el movimiento después de una lesión de la médula espinal.