MADRID, 2 (EUROPA PRESS)
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El primer ministro de Francia, Michel Barnier, ha recurrido este lunes formalmente el artículo 49.3 de la Constitución para sortear el bloqueo de la Asamblea Nacional a su ley de presupuestos para la Seguridad Social, lo que deja el futuro de todo el Gobierno en manos de una oposición que ya ha anunciado en bloque --desde la izquierda hasta la ultraderecha-- su apoyo a una moción de censura.
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Barnier, que ha defendido su voluntad de diálogo tras las concesiones hechas en los últimos días --este mismo lunes ha accedido a retirar los recortes en el programa de reembolso de medicamentos--, ha apelado a la "responsabilidad" del resto de partidos para garantizar la estabilidad política.
"Los franceses no nos perdonarían que antepongamos los intereses particulares al futuro de la nación", ha dicho el primer ministro desde la tribuna de la Asamblea Nacional, en una sesión tensa de la que se han salido antes de tiempo diputados de la izquierda. Barnier ha insistido en que el proyecto que presenta es el que necesita el país.
La diputada Mathilde Panot, de La Francia Insumisa (LFI), ha denunciado el "caos político" y ha confirmado la presentación de una moción de censura. "No es posible que en una democracia gobiernen quienes han perdido las elecciones", ha recordado, en alusión a los comicios legislativos de julio, de los que el Nuevo Frente Popular (NFP) de izquierdas salió como el bloque más votado.
En el ámbito de la ultraderecha, también Agrupación Nacional ha dejado claras sus intenciones apenas unos minutos después del fin del discurso de Barnier. Su líder, Jordan Bardella, ha confirmado en redes sociales que el partido votará a favor de censurar un Gobierno que considera "hijo del macronismo".
Bardella ha señalado que los franceses abogaron en las urnas por "pasar página" a la etapa del presidente, Emmanuel Macron, y ha lamentado que el proyecto presentado por el Ejecutivo "no tiene en cuenta la urgencia social" e "ignora la necesidad de relanzar el crecimiento".
En un alegato 'in extremis', poco antes del pleno, la jefa de Agrupación Nacional en la Asamblea, Marine Le Pen, anunció la presentación de una enmienda para indexar las pensiones a la inflación, si bien el propio Bardella ya había reconocido en una entrevista esta mañana que sólo "un milagro de último minuto" podía salvar a Barnier.
Una votación común entre todos los diputados de izquierda y de ultraderecha suma suficientes apoyos para hacer caer al Gobierno, lo que abocaría de nuevo a Macron a abrir una ronda de contactos con vistas a nombrar a un nuevo primer ministro, en un contexto marcado por la polarización y en el que ninguno de los bloques políticos suma una mayoría suficiente en el Parlamento.