MADRID, 2 (EUROPA PRESS)
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"Los destructores de la Marina estadounidense 'Stockdale' y 'O'Kane' derrotaron con éxito una serie de armas lanzadas por los hutíes mientras transitaban el Golfo de Adén, del 30 de noviembre al 1 de diciembre", ha explicado el CENTCOM en su cuenta de la red social X.
El organismo ha celebrado en un escueto comunicado que sus destructores hayan evitado que los "temerarios ataques" causaran heridos o daños a los tres buques mercantes con bandera estadounidense que estaban escoltando, "garantizando la seguridad de los buques y de su personal, así como de los civiles".
En particular, han conseguido abatir "tres misiles balísticos antibuque, tres sistemas aéreos no tripulados (denominación utilizada para el uso de drones) de ataque unidireccional y un misil de crucero antibuque".
"Estas acciones reflejan el compromiso permanente de las fuerzas del CENTCOM con la protección de personal estadounidense, los socios regionales y el transporte marítimo internacional ataques frente a los hutíes respaldados por Irán", ha destacado el CENTCOM.
Estas afirmaciones después de que las fuerzas yemeníes han reivindicado un ataque con 16 misiles balísticos y un dron contra un destructor y tres buques de suministro militar estadounidenses en el mar Arábigo y el golfo de Adén.
El portavoz de operaciones militares de los insurgentes, Yahya Sari, ha celebrado que el daño fue "preciso y directo" y ha asegurado que "continuarán llevando a cabo sus operaciones militares a un ritmo cada vez mayor en el área de las operaciones navales declaradas contra el enemigo israelí y estadounidense".
Los hutíes, que controlan gran parte del centro y el norte de Yemen, han lanzado ataques contra buques comerciales que pasan cerca de las costas yemeníes en apoyo a las milicias palestinas, objetivo de la ofensiva militar israelí de represalia lanzada tras los ataques del 7 de octubre.
Asimismo, han atacado buques y otros bienes estratégicos estadounidenses y británicos en respuesta a los bombardeos de estos países contra Yemen en una intervención que Washington y Londres fundamentan en su voluntad de garantizar la seguridad de la navegación en el mar Rojo, el golfo de Adén y el océano Índico.
