LIMA (AP) — Perú anunció el viernes que reestructurará un programa que alimenta a cuatro millones de estudiantes pobres tras acumular más de 170 denuncias en el año por entregar alimentos en mal estado que provocaron sucesivas intoxicaciones de niños.
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El ministro de Desarrollo e Inclusión Social, Julio Demartini, dijo en la radio local RPP que el programa tendrá una mayor fiscalización y participación de los padres de los escolares para elaborar los alimentos con productos de su gastronomía local.
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La decisión se produjo luego de que el miércoles el Congreso no logró acumular los votos necesarios para censurar al ministro, un mecanismo de control legislativo que obliga a que un funcionario presente su renuncia.
Demartini está en el epicentro de la tormenta luego de un reciente escándalo, difundido por la prensa, de una empresa local que proveía supuestos enlatados de carne de res que en realidad eran de carne de caballo y ofrecía sobornos a funcionarios del programa alimentario a cambio de su silencio.
En meses anteriores la prensa reportó intoxicaciones masivas de niños de zonas rurales pobres o hallazgos de alimentos envasados, como granos de cereales, con heces de ratón o enlatados con hongos o bacterias.
Según datos oficiales, el programa tiene un presupuesto anual de más de 793 millones de dólares y compra más de 180.000 toneladas de alimentos para llevarlos hasta las zonas más alejadas del país por lo que es un imán para los empresarios locales de alimentos.
