WASHINGTON (AP) — El gobierno del presidente Joe Biden mantuvo informada a la administración entrante del presidente electo Donald Trump sobre sus esfuerzos para negociar el acuerdo de alto al fuego entre Israel y Hezbollah, que entró en vigor en las primeras horas del miércoles, según la administración demócrata.
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El equipo de Trump, por su parte, se adjudicó de inmediato el mérito y asumió el crédito del infrecuente momento de buenas noticias para un gobierno demócrata arrastrado por el prolongado conflicto en Oriente Medio.
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“Todos están negociando gracias al presidente Trump”, escribió en X el representante de Florida, Mike Waltz, elegido por Trump como su asesor de seguridad nacional, en una publicación realizada el martes, poco antes de que el gabinete israelí aprobara el acuerdo. “Su rotunda victoria envió un mensaje claro al resto del mundo de que no se tolerará el caos. Me alegra ver pasos concretos hacia la desescalada en Oriente Medio”.
El asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, confirmó el miércoles que mantuvo informado a Waltz sobre las negociaciones, pero ofreció una firme respuesta a la idea de que Trump merecía crédito por el acuerdo, largamente buscado, que finalmente se materializó.
“Solo quiero señalar que uno sabe que ha hecho algo realmente bueno cuando otras personas se atribuyen el mérito”, declaró Sullivan a CNN el miércoles.
La coordinación de la administración de Biden con el equipo de Trump en sus esfuerzos por forjar el alto al fuego en Líbano es, quizás, el ejemplo más destacado de cooperación en un período de transición en ocasiones turbulento.
El martes, el equipo de transición de Trump alcanzó un necesario acuerdo con la Casa Blanca del presidente Joe Biden que permitirá que el personal de transición se coordine con los empleados federales existentes antes de que Trump asuma el cargo el 20 de enero. Ha habido cierta coordinación en niveles altos entre los equipos de Biden y Trump, la cual ha incluido conversaciones entre el asesor de seguridad nacional de Biden, Jake Sullivan, y Waltz.
En declaraciones hechas el martes en el Rose Garden, Biden celebró el acuerdo de alto al fuego como un paso crítico que, esperaba, pudiera ser el catalizador para una paz más amplia en Oriente Medio, que ha sido sacudido por casi 14 meses de guerra tras el ataque de Hamás a Israel el 7 de octubre de 2023.
“Esto está diseñado para ser un cese permanente de hostilidades”, dijo Biden. “No se permitirá — enfatizo, no se permitirá — que lo que queda de Hezbollah y otras organizaciones terroristas amenacen nuevamente la seguridad de Israel ”.
Ahora, los funcionarios de la Casa Blanca tienen la esperanza de que una calma en Líbano pueda reactivar un esfuerzo de varios países para hallar un desenlace al devastador conflicto en Gaza, donde Hamás aún retiene a decenas de rehenes y el conflicto es más irresoluble.
Biden dijo que Estados Unidos, al igual que Israel, sostendrán conversaciones en los próximos días con funcionarios de Egipto, Qatar y Turquía para intentar retomar las negociaciones sobre Gaza.
Pero la sombra de la próxima administración de Trump se cernía en el momento de éxito de Biden, en un conflicto que ha dañado su reputación en el país y en el extranjero.
El gobierno de Biden informó al equipo de seguridad nacional de alto nivel de Trump mientras las negociaciones se desarrollaban y llegaban finalmente a una conclusión el martes, según un alto funcionario de la administración demócrata. El funcionario, que informó a los periodistas bajo condición de anonimato en una llamada organizada por la Casa Blanca, agregó que los funcionarios de la administración entrante de Trump no participaron directamente en las conversaciones, pero que era importante que supieran “lo que estábamos negociando y cuáles eran los compromisos”.
Mientras tanto, el equipo y los aliados de Trump dijeron que, sin duda, la perspectiva del regreso al poder del presidente republicano impulsó a ambas partes a concretar el acuerdo.
Waltz, además de dar crédito a Trump por la materialización del acuerdo de alto al fuego, añadió una advertencia a Irán, el principal respaldo financiero de Hezbollah.
“Pero seamos claros: el régimen de Irán es la causa fundamental del caos y el terror que se ha desatado en la región. No toleraremos el statu quo de su apoyo al terrorismo”, dijo Waltz en su publicación.
El senador Lindsey Graham, un aliado de Trump, también felicitó al gobierno entrante, mientras reconocía al equipo de Biden.
“Aprecio el arduo trabajo de la Administración Biden, apoyada por el presidente Trump, para hacer realidad este alto al fuego”, dijo Graham en un comunicado.
Richard Goldberg, asesor de alto nivel del grupo Foundation for the Defense of Democracies, con sede en Washington, dijo que el momento magnifica el hecho de que Irán —que, según dijo, habría necesitado aprobar que Hezbollah aceptara el alto al fuego— evalúa cuidadosamente lo que podría estar por venir con Trump.
“No hay duda de que Irán retrocede para reagruparse antes de que Trump asuma el cargo”, dijo Goldberg, funcionario del Consejo de Seguridad Nacional en la primera administración de Trump. “Es una combinación del éxito militar israelí y la elección de Trump — el ayatolá está desnudo y él sabe que lo sabemos”.
La Casa Blanca de Biden también mantiene un rayo de esperanza de que el acuerdo de alto al fuego en Líbano pueda ayudar a reactivar un acuerdo de normalización largamente buscado entre Israel y Arabia Saudí.
El funcionario dijo que se ha “trabajado mucho” para poner en marcha dicho acuerdo “pero es claro que nuestra situación en Gaza nos está frenando”.
Biden ha dicho que su gobierno estaba sorprendentemente cerca de alcanzar un acuerdo entre las dos potencias más importantes del Oriente Medio poco antes de que el ataque de Hamás provocara una sacudida en toda la región. Ha especulado que el acuerdo de normalización fue parte de la motivación de Hamás para realizar su ataque a Israel.
Pocas semanas antes del ataque, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se sentó junto a Biden al margen de las actividades de la Asamblea General anual de la ONU y se maravilló de que una “paz histórica entre Israel y Arabia Saudita” parecía estar al alcance —un avance diplomático que, según el líder israelí, podría llevar a una paz duradera entre israelíes y palestinos.
El llamado impulso de normalización, que comenzó durante el primer gobierno de Trump y fue etiquetado como los Acuerdos de Abraham, es un ambicioso esfuerzo para remodelar la región y mejorar la posición de Israel.
La Casa Blanca de Biden planea mantener informada a la administración entrante de Trump sobre sus esfuerzos y “todo lo que hagamos en esto... no lo haremos a menos que ellos sepan lo que estamos haciendo”, dijo el funcionario del gobierno de Biden.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.