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SEVILLA, 26 (EUROPA PRESS)
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Este martes ha sido celebrada la jornada de debate 'El Estuario del Guadalquivir: potencialidades económicas y pasivos ecológicos', sobre aspectos como el vertido "tóxico" al río implícito en el nuevo proyecto de explotación de la mina de Aznalcóllar (Sevilla) a manos de la entidad Minera Los Frailes, sociedad instrumental de la alianza empresarial conformada entre Grupo México y Minorbis para la reapertura de la famosa corta minera.
La jornada ha contado con tres mesas redondas, una de representantes de administraciones públicas, otra de miembros de actores económicos y una tercera de figuras de organizaciones ciudadanas, según las cuales además del asunto de la corta de Aznalcóllar, la mina Cobre las Cruces, en suelos de Gerena, Salteras y Guillena, "ha vertido aguas con metales al estuario del Guadalquivir desde 2009 a 2021, con un máximo anual de 360 kilos de zinc, 90 de níquel o 45 de arsénico, cobre y plomo", contando ahora con un proyecto de nueva mina subterránea y una nueva solicitud de vertido.
Sobre la mesa, en cualquier caso, el aviso de los colectivos ambientalistas respecto a que el proyecto de reapertura de la mina de Aznalcóllar, que cuenta ya con autorización ambiental unificada pero aún no con declaración de impacto ambiental; implica "verter un total de 85.520 millones de litros de aguas contaminadas con metales pesados, durante 18 años y medio, frente al estadio de la Cartuja", con destino al Estuario del Guadalquivir y con efectos a un entorno declarado como Zona de Especial Conservación de la Red Natura 2000.
LA CATÁSTROFE DE 1998
Se trata, según los ecologistas, de metales como arsénico, cadmio, cobre, cromo, mercurio, niquel, plomo, selenio y zinc; considerando que "no se ha aprendido nada" de la devastadora catástrofe natural acontecida en 1998 como consecuencia de la fractura de la balsa de residuos de metales pesados del complejo minero de Aznalcóllar, explotado entonces por Boliden-Andaluza de Piritas S.A. (Apirsa).
El Gobierno andaluz del PP defiende de su lado que la actuación cumple todos los parámetros medioambientales, negando dicho "vertido tóxico"; y la empresa dice prever "una estación depuradora de agua de última generación y una nueva red de infraestructuras para la gestión hídrica del proyecto"; pero los ecologistas avisan de que "a pesar del proceso de depuración, la carga contaminante máxima acumulada durante los más de 18 años que se propone autorizar descargaría en el Estuario del Guadalquivir cantidades totales muy elevadas de metales y metaloides potencialmente tóxicos".
"En ese tramo del río, hasta la desembocadura en Sanlúcar de Barrameda, se localizan las tomas de riego de las 36.000 hectáreas de arrozales y las zonas de cría de los alevines del caladero del Golfo de Cádiz, con lo que la contaminación por bioacumulación de metales pesados del pescado y mariscos capturados en esa zona podría ser significativa", vienen avisando los ecologistas.
La reapertura de la mina, no lo olvidemos, cuenta con una inversión prevista de 316 millones de euros y la previsión de crear unos 2.000 empleos directos e indirectos, para la extracción de 45 millones de toneladas de sulfuros polimetálicos, es decir, cobre, zinc y plomo; durante al menos 17 años tras los tres primeros años de reacondicionamiento de la corta.
"POSIBLES IMPACTOS"
En este marco, los promotores de esta jornadas destacan que "representantes del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico, la Estación Biológica de Doñana, pescadores, mariscadores y agricultores, y el alcalde de Coria del Río, Modesto González, han estado de acuerdo en que se realicen más estudios científicos y que se nombre a un comité de expertos independientes que evalúe en detalle, y mediante nuevas investigaciones científicas, los posibles impactos socioambientales que los vertidos mineros tendrían en el Estuario del Guadalquivir".
"Existen varios precedentes recientes de la puesta en marcha de comités de expertos para analizar en profundidad proyectos potencialmente muy impactantes en Andalucía. Por ejemplo, sin ir más lejos, se constituyó un comité de expertos para evaluar los impactos del dragado de profundización en el Estuario del Guadalquivir. Además, también se impulsó un comité de expertos que evaluó el proyecto de clausura de las balsas de fosfoyesos en Huelva", señalan los promotores de estas jornadas.