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Un libro sobre la exposición del 29 profundiza en la figura del Conde de Colombí como comisario de la muestra

SEVILLA, 26 (EUROPA PRESS)

El volumen aúna las ediciones facsímiles de dos libros, oportunos para la ocasión al cumplirse cien años de la publicación de uno de ellos, y por reivindicar el papel del autor de ambos textos, Fernando Barón y Martínez de Agulló, tercer conde de Colombí, un personaje ciertamente relevante en la historia de Sevilla y de la Exposición Iberoamericana de 1929, que, pese a ello, es un auténtico desconocido para la mayor parte de los ciudadanos. Fernando Barón y Martínez de Agulló, miembro del partido Conservador, fue considerado en la época uno de los cuatro iniciadores del certamen.

Fue alcalde de Sevilla en dos ocasiones antes de que, en 1909, Rodríguez Caso anunciara su propuesta de celebrar una Exposición Hispanoamericana.

Durante diecinueve años, desde 1910 hasta su fallecimiento, perteneció al Comité Ejecutivo de la Exposición. Después de ocupar diferentes cargos gubernamentales, se hizo cargo de la Comisaría Regia de la Exposición entre el 2 de octubre de 1922 y el 16 de diciembre de 1925, fecha en que dimitió oficialmente por razón de salud, aunque en realidad fue por desavenencias internas.

Aun así, siguió vinculado al certamen. De hecho, entre 1926 y 1928, siendo presidente del Ateneo de Sevilla, ejerció su representación como vocal corporativo en el Comité Ejecutivo de la Exposición.

Amparo Graciani destacó que "este nuevo volumen es una oportunidad para reivindicar el importantísimo papel que Fernando Barón ejerció en la historia del certamen, así como para que los sevillanos conozcan hoy la situación real de la ciudad a cinco años de la inauguración de la Iberoamericana, que, en 1924, se preveía para el 17 de abril de 1927".

En la presentación, intervino junto a la prologuista de la obra, la vicepresidenta de la Fundación Aparejadores, Helena Ruiz, quien destacó en sus palabras que "la Colección Azulejo ha contribuido a situar al Colegio de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Sevilla como un referente en el panorama cultural de esta ciudad".

El volumen, tal como se ha indicado, recoge dos publicaciones. La primera de ellas, fechada en 1915, sobre las reformas de la ciudad, donde Barón aportaba un proyecto para adecentar la Sevilla intramuros con vistas a la celebración del certamen, focalizado en cinco áreas de actuación (salubridad urbana, higiene pública, actuaciones sociales y culturales, actuaciones de embellecimiento y ornato y urbanización. Un programa de reformas presupuestado entonces en algo más de 30 millones de pesetas. Este documento le valió su nombramiento como Hijo Adoptivo de Sevilla.

La segunda publicación, de 1924, se centra en la labor y actuaciones de la Comisaría Regia durante los primeros doce meses en que fue ocupada por el Conde de Colombí.

Cerró el acto el presidente de los Aparejadores de Sevilla, José Manuel Flores, quien indicó que "con la incorporación de esta publicación a la Colección Azulejo, el COAAT de Sevilla y la Fundación Aparejadores se unen a los actos previos del centenario de la Exposición Iberoamericana de 1929, tan relevante para la historia y la arquitectura de nuestra ciudad".

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