ROMA, 25 (EUROPA PRESS)
En una audiencia con la comunidad académica del Pontificio Instituto Teológico Juan Pablo II para las Ciencias del Matrimonio y de la Familia, Francisco ha señalado la necesidad de "acompañamiento pastoral a quienes cohabitan aplazando indefinidamente su compromiso conyugal y de los divorciados vueltos a casar". Del mismo modo, ha insistido: "La Iglesia debe acoger a todos, a todos, no olviden esta palabra".
El Pontífice ha señalado que estas personas "son bautizados, son hermanos y hermanas" y que el Espíritu Santo "derrama en ellos dones y carismas para el bien de todos: su presencia en la Iglesia testimonia su deseo de perseverar en la fe, a pesar de las heridas de experiencias dolorosas".
Para el Papa, "la Iglesia promueve la familia, fundada en el matrimonio, contribuyendo en todo lugar y en todo momento a hacer más sólido el vínculo conyugal, en virtud de ese amor que es más grande que todo: la caridad", pero ha pedido que lo haga sin excluir a nadie.
Asimismo, ha señalado que la fuerza de la familia "reside esencialmente en su capacidad de amar y de enseñar a amar; por muy herida que esté una familia, siempre puede crecer desde el amor". También ha denunciado que, "desgraciadamente, hay países en los que las autoridades públicas no respetan la dignidad y la libertad a las que todo ser humano tiene derecho inalienable como hijo de Dios".
"A menudo, pesan limitaciones e imposiciones especialmente sobre las mujeres, forzándolas a posiciones de subordinación", ha asegurado.