MADRID, 23 (EUROPA PRESS)
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El máximo diplomático de la Unión Europea, Josep Borrell, se ha mostrado partidario este sábado de que el bloque europeo se plantee medidas de presión comercial contra Israel como ya hiciera en 2014 cuando Rusia arrebató a Ucrania el control de la península de Crimea para evitar acusaciones de "doble rasero".
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"Cuando Rusia invadió Crimea, inmediatamente tomamos la decisión de prohibir la importación a la Unión Europea de productos procedentes de territorios ocupados, porque estaban ocupados ilegalmente. No hemos hecho lo mismo con respecto a los territorios palestinos ocupados", ha recordado Borrell durante su participación en Nicosia (Chipre), durante el foro de la Coalición de Dos Estados para Israel y Palestina.
Borrell ha recordado igualmente que la UE mantiene con Israel "el acuerdo de asociación más fuerte que podríamos imaginar con cualquier otro país del mundo". Dado que el Gobierno israelí "parece estar dispuesto a violar el derecho internacional o ya lo está haciendo" con su campaña militar en Gaza y Líbano, Borrell se ha preguntado "por qué no se aplican los mismos criterios aplicados en Crimea".
"Creo que debemos analizar detenidamente la forma en que medimos el comportamiento de nuestro socio y actuar de acuerdo con nuestros principios", ha añadido el diplomático.
DEFENSA DEL TPI Borrell, que está a punto de abandonar el cargo que lleva ostentando desde 2019, también ha manifestado su sorpresa ante las "polarizadas reacciones" entre los Estados miembro de la UE sobre la decisión adoptada esta semana por el Tribunal Penal Internacional (TPI) para emitir órdenes de arresto contra el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, su exministro de Defensa, Yoav Gallant, y el líder militar del movimiento islamista palestino Hamás, Mohamed Deif, por presuntos crímenes de guerra y contra la Humanidad.
De hecho, Borrell trazó de nuevo un paralelismo con otra orden de arresto del tribunal, emitida en marzo del año pasado, contra el presidente de Rusia, Vladimir Putin, por un supuesto crimen de guerra por la deportación forzada de niños ucranianos desde zonas capturadas hacia territorio ruso.
"Los Estados miembros de la UE han mostrado un gran apoyo y cuando el tribunal decidió emitir una orden de arresto contra el presidente ruso, Vladimir Putin, y muchas voces lo aplaudieron. Algunas de estas voces han permanecido ahora en silencio, algo bastante sorprendente", ha lamentado.
Líderes europeos como el primer ministro húngaro Viktor Orbán se han ofrecido incluso a celebrar una recepción de estado al presidente ruso, como un gesto de desafío al tribunal.
Borrell ha insistido que la orden del TPI no es una "decisión política, sino judicial, y tomada por un tribunal internacional que se creó con un fuerte apoyo de los estados miembros de la Unión Europea".
"No tiene nada que ver con el antisemitismo y que no es una decisión política, pero me alarma la extrema polarización y politización de las reacciones contra esta decisión", ha remachado.