MADRID, 22 (EUROPA PRESS)
"La entrega de ayuda crítica en Gaza -incluidos alimentos, agua, combustible y suministros médicos- se está paralizando. La supervivencia de dos millones de personas pende de un hilo", ha advertido a través de un comunicado en el que ha subrayado que los organismos humanitarios "siguen comprometidos con prestar ayuda" pero su capacidad para hacerlo "cada vez está más en entredicho".
Hadi ha hecho hincapié en que desde hace más de seis semanas las autoridades israelíes prohíben las importaciones comerciales, mientras que han aumentado los saqueos "a manos armada" contra los convoyes humanitarios y los conductores de camiones, todo ello "alimentado por el colapso del orden público y la seguridad".
Este año los camiones de la ONU han sido saqueados en 75 ocasiones --15 de ellos este mes-- y personas armadas han irrumpido en las instalaciones de la ONU 34 veces. "Solo la semana pasada, un conductor recibió un disparo en la cabeza y fue hospitalizado junto con otro camionero", ha relatado. Además, este sábado casi un centenar de camiones fueron saqueados en un único ataque.
Esta situación, que ha "mermado aún más" la capacidad de las agencias de la ONU y otras ONG para recoger suministros en las zonas pronterizas y entregar ayuda crítica, está provocando que las panaderías estén cerrando "una tras otra" por falta de harina o combustible para hacer funcionar los generadores eléctricos.
En este sentido, ha remarcado que los civiles palestinos "luchan por sobrevivir en condiciones inhabitables, en medio de hostilidades incesantes". "Llevados al borde del abismo, carecen de acceso a la ayuda esencial que necesitan desesperadamente para soportar esta catástrofe humanitaria sin precedentes", ha expresado.
Por último, Hadi ha exigido que se establezcan las condiciones para un acceso humanitario seguro y sin obstáculos a través de Gaza y ha sostenido que sus llamamientos en nombre de la población civil "no pueden seguir siendo ignorados". "Las atrocidades deben terminar", ha concluido.
El Ejército de Israel inició en octubre de 2023 una cruenta ofensiva contra la Franja de Gaza a raíz de los ataques de Hamás, que se saldaron con 1.200 muertos y unos 250 rehenes. Desde entonces, las autoridades gazatíes han registrado la muerte de más de 44.000 palestinos, a los que se suman más de 785 palestinos muertos a manos de las fuerzas de seguridad israelíes y en ataques perpetrados por colonos en Cisjordania y Jerusalén Este.