QUITO (AP) — El hijo de la vicepresidenta de Ecuador, Verónica Abad, fue llamado a juicio el martes, en un proceso judicial por presunto tráfico de influencias en la vicepresidencia.
PUBLICIDAD
En su cuenta de X, la Fiscalía, precisó que el tribunal acoge el pedido y llama a juicio a Francisco Barreiro —hijo de la segunda mandataria—, y a Daniel Redrován. Explicó que tomó tal decisión “luego de analizar los elementos de convicción presentados durante la audiencia preparatoria de juicio”.
PUBLICIDAD
Barreiro fue apresado el 22 de marzo de este año, como presunto responsable de haber ofrecido un alto cargo público a cambio de que el beneficiario le entregue parte de su salario. Tras estar un mes y medio en una prisión de máxima seguridad de Guayaquil y después de pagar una fianza de 20.000 dólares, Barreiro salió para enfrentar el proceso en libertad.
Redrován, también vinculado al caso, era asesor de Verónica Abad.
El tráfico de influencias es sancionado por la justicia ecuatoriana con penas de prisión de seis meses a dos años y con multas del doble del beneficio solicitado.
El caso surgió, según la Fiscalía, luego de que un exfuncionario de la vicepresidencia denunciara que Barreiro y otra persona le ofrecieron un puesto por el cual debía entregar 1.700 dólares mensuales, de un sueldo de 3.200 dólares. Como garantía de pago, el denunciante firmó un pagaré de 30.600 dólares equivalente a un año del monto supuestamente acordado.
La vicepresidenta Abad, que ha rechazado las acusaciones, mantiene una disputa abierta con el presidente Daniel Noboa desde la época de campaña, por causas que no se han explicado con claridad. Noboa la ha tildado de “desleal”, mientras que Abad asegura que el gobierno de Noboa busca presionarla para que renuncie.
A poco de asumir el poder en noviembre de 2023, Noboa la delegó como embajadora de Israel, acto que ella calificó como “un exilio forzado”. De acuerdo con la Constitución ecuatoriana, el vicepresidente o vicepresidenta debe cumplir las funciones asignadas por el presidente pero no hay precedentes en la historia reciente del país de que una segunda mandataria fuera enviada como embajadora a un país en guerra.
El rol de Abad cobró especial interés para Noboa desde que se postuló como candidato a la reelección presidencial para los comicios de febrero de 2025, debido a que la Constitución determina que mientras él abandona temporalmente el cargo para hacer campaña electoral, es la vicepresidenta quien debe asumir sus funciones.
En medio de la disputa, el 9 de noviembre, el ministerio de Trabajo suspendió a Abad del cargo de vicepresidenta por 150 días, sin remuneración, por abandono injustificado de labores. La institución alega que ella no se presentó a tiempo en su lugar de trabajo, luego de trasladarse de hacia Turquía, tras el cambio de legación diplomática debido al conflicto bélico que se vive en Israel, país en el que Abad permanecía tras la delegación hecha por Noboa.
Sariha Moya, una funcionaria cercana al mandatario, quedó a cargo de la vicepresidenta.
La sanción a Abad y posterior nombramiento de otra funcionaria ha recibido críticas de sectores políticos y académicos por considerarla inconstitucional e ilegal.
