LA PAZ, Bolivia (AP) — El expresidente boliviano Evo Morales aseguró el lunes que no huirá del país y que su intención es mantenerse en la carrera electoral para las presidenciales del próximo año, frente a la investigación que tiene en su contra por presunto abuso a una menor de 15 años cuando él era presidente. Según Morales, el gobierno de Luis Arce intenta impedir que sea el candidato del oficialismo.
A pesar de la “persecución política” y de intentos por “proscribirlo”, Morales se aferró a sus intenciones políticas y, desde su feudo cocalero de Chapare, en el centro del país, aseguró que sigue habilitado para participar en las elecciones de 2025 y que sigue "siendo presidente del Movimiento al Socialismo (MAS)”.
Las afirmaciones del exmandatario llegan apenas cuatro días después de que el Tribunal Constitucional ratificara un fallo que inhabilita a Morales para volver a postularse como candidato presidencial y que, ante la pugna interna en el oficialismo, anuló la jefatura de Morales y reconoció como dirigente del partido al nombrado por el sector afín a Arce.
Morales afirmó: “Buscan inhabilitarme políticamente y buscaron eliminarme físicamente”. Momentos antes, calificó la situación de Bolivia de ser “peor que en las dictaduras militares”.
Arce y Morales están enfrentados por el control del aparato oficialista de cara a las elecciones del próximo año, lo que ha sumido al MAS en la peor crisis en los 18 años que lleva gobernando Bolivia. El mandatario acusa a su mentor de ser el causante de la crisis económica, de conspirar para acortar su mandato y de un boicot con bloqueos carreteros por “un interés personal”, en referencia al proceso penal que la fiscalía tiene en contra de Morales.
Partidarios del exmandatario bloquearon por semanas varias vías, dejando afectaciones en la economía nacional, para evitar que Morales sea detenido por una investigación que le abrió la fiscalía por presunto abuso de una menor de 15 años cuando era mandatario en 2016. Desde entonces, el político de 65 años está resguardado en Chapare protegido por dirigentes de los cocaleros.
Más de un centenar de dirigentes afines a Morales están detenidos por los bloqueos.
Según el exmandatario, en medio de esas protestas, se produjo un atentado en su contra. El lunes presentó de manera virtual el documental denominado “intento de magnicidio a Evo Morales” sobre el ataque que sufrió el 27 de octubre cuando, según su versión, “agentes encapuchados” dispararon 14 proyectiles a su coche.
El ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, dio entonces una explicación diferente. Relató que el exmandatario resistió una “requisa rutinaria” de una patrulla antidroga, que hubo disparos desde el coche que acompañaba a Morales y que en su huida intentó atropellar a un policía.
Ese día, Morales y sus acompañantes se dirigían a un programa de radio y el exmandatario aseguró que los agentes buscaban asesinarlo, después dijo que intentaron detenerlo y que los atacantes huyeron hacia un cuartel cercano.
Ese episodio, señaló sin aportar pruebas, fue “planificado desde el gobierno con participación de la DEA”, la agencia antidroga de Estados Unidos.