BOGOTÁ (AP) — La guerrilla Ejército de Liberación Nacional propuso el jueves al gobierno colombiano una guía para buscar soluciones y reactivar el diálogo de paz suspendido desde septiembre tras un ataque contra militares, sin hacer explícito si están dispuestos a renunciar a agresiones con explosivos y otro tipo de acciones bélicas.
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La guerrilla hizo pública una “declaración de principios” que incluye su visión sobre cómo debería ser el modelo de negociación en el marco de una reunión extraordinaria que se desarrolla en Caracas con delegados del gobierno colombiano.
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En la declaración, el ELN se centra en aspectos políticos como plantear un nuevo modelo de negociación en el que se implemente todo lo que se vaya acordando en la mesa, se realice una verificación del cumplimiento de los acuerdos y exista una cláusula para los incumplimientos.
También barajan sobre la posibilidad de buscar un “acuerdo nacional para impulsar la democratización”, sin especificar con qué actores se adelantaría ni cuáles serían sus objetivos; así como buscar una “solución política del conflicto para acordar transformaciones y poner fin al conflicto armado”, sin indicar en qué momento llegarían a una dejación de armas.
El proceso de paz con el ELN atraviesa una crisis desde principios de año, cuando la guerrilla protestó por un diálogo paralelo que adelanta el gobierno con una escisión del ELN que opera en el sur del país, lo que fue leído como falta de “juego limpio”. En medio de dicha crisis, que precedió a la suspensión de la negociación, no se prorrogó un cese al fuego bilateral en agosto.
La misión de la ONU en Colombia advirtió que con el fin del cese al fuego aumentaron las muertes de ambas partes del conflicto. La víspera murió un soldado en Norte de Santander, fronterizo con Venezuela, tras ser atacado por un francotirador que presuntamente pertenecería al ELN, según el Ejército. Sobre esto, la organización guerrillera no se ha pronunciado para atribuirse o deslindarse del ataque.
Aún en medio de las tensiones, el gobierno continuó avanzando en el diálogo con la escisión del ELN. El jueves la fiscalía informó que por pedido del gobierno levantó las órdenes de captura contra los 11 representantes de esa facción armada para que continúen los diálogos.
El ELN propuso trazar la meta de “avanzar lo máximo posible” para el 2026, año en que culmina el gobierno del izquierdista Gustavo Petro.
La actual negociación con el ELN fue vista en un inicio por los analistas con cierto potencial de éxito debido a que era la primera vez que dialogarían con un gobierno de izquierda y un presidente que en su juventud militó en la extinta guerrilla M-19, que firmó la paz en 1990.
La declaración, que se titula “la voluntad de paz del ELN”, llega después de que el gobierno les pidiera, tras el ataque a la unidad militar y la suspensión de los diálogos, una “manifestación inequívoca de la voluntad de paz del ELN”, como condición para no dar por terminada la negociación.
El ataque con explosivos perpetrado por el ELN el 17 de septiembre en Arauca, departamento fronterizo con Venezuela, dejó tres militares muertos y más de 25 heridos. Para Petro, se trató de una acción bélica que prácticamente cierra “un proceso de paz con sangre”, según advirtió en su momento.
Poco después de hacer público el comunicado del ELN, el gobierno y la guerrilla emitieron un comunicado conjunto en el que informaron que tras la reunión en Caracas coincidieron en la “urgencia de superar los factores de crisis y en hacer lo necesario para avanzar al máximo en los siguientes veinte meses del actual gobierno, y para ello trabajar sobre este nuevo modelo de negociación”.
Acordaron reunirse de nuevo del 19 al 25 de noviembre, luego de “hacer las consultas necesarias”, para continuar dialogando.
El ELN se alzó en armas en 1964, bajo la inspiración de la revolución cubana y los principios de la teología de la liberación. Desde entonces ha intentado negociar la paz sin éxito cinco veces con el Estado.
El proceso de diálogos con el ELN se reactivó en 2022 con la llegada de Petro al poder, luego de estar suspendido por más de tres años por un ataque con explosivos contra una escuela de policía en 2019. La negociación con el ELN fue vista como la más avanzada en el marco de la política gubernamental de “paz total” que consiste en negociaciones simultáneas con grupos armados ilegales.