WASHINGTON (AP) — Japón ha vuelto a dejar en tierra su flota de aviones V-22 Osprey tras un incidente el pasado domingo, cuando uno de estos híbridos entre helicóptero y avión se inclinó inesperadamente y tocó el suelo al intentar despegar.
El V-22 participaba en el ejercicio militar conjunto de Estados Unidos llamado Keen Sword y transportaba a 16 pasajeros, incluidos tres militares estadounidenses. Durante el despegue, “se volvió inestable al balancearse de lado a lado, y el ala izquierda, la parte inferior del avión, entró en contacto con el suelo y parte del avión resultó dañada, por lo que el vuelo fue abortado”, dijeron las Fuerzas de Autodefensa Terrestre de Japón en un comunicado.
Fue el primer incidente importante para la flota japonesa de V-22 desde que ocho miembros del Comando de Operaciones Especiales de la Fuerza Aérea estadounidense murieron cuando se desplomó un avión Osprey en noviembre pasado, lo cual provocó la suspensión de operaciones de toda la flota tanto en Japón como en Estados Unidos durante varios meses.
Los aviones reanudaron las operaciones de vuelo a principios de este año, pero el uso del Osprey sigue siendo polémico, especialmente en Okinawa, donde los residentes han cuestionado su historial de seguridad.
Aunque el avión Osprey involucrado en el incidente del domingo pasado logró aterrizar sin que nadie resultara herido, Japón mantendrá en tierra su flota de más de una docena de V-22 mientras investiga el incidente, informó el ministro de Defensa japonés, Gen Nakatani, a los periodistas la semana pasada.
“Aunque creemos que no hay ningún problema de seguridad con los Osprey, garantizar la seguridad del vuelo es un requisito previo para las operaciones aéreas”, dijo Nakatani.
La oficina del programa conjunto V-22 del Pentágono está apoyando la investigación de Japón sobre el incidente, aseveró el vocero Neil Lobeda el sábado.
El V-22 operaba en la isla japonesa de Yonaguni durante el ejercicio conjunto Keen Sword. Yonaguni se encuentra a sólo 100 kilómetros (62 millas) al este de Taiwán.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de la AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.