GABORONE, Botsuana (AP) — Las urnas abrieron el miércoles para las elecciones en Botsuana y el país estaba listo para decidir si uno de los partidos que más tiempo ha gobernado en África permanece en el poder por otro período de cinco años.
El Partido Democrático de Botsuana lleva 58 años en el poder en la nación del sur de África, desde su independencia de Reino Unido en 1966. La votación de un día decidirá la composición del Parlamento y los legisladores elegirán más tarde al presidente.
El presidente Mokgweetsi Masisi, un exprofesor de secundaria de 63 años y empleado de las Naciones Unidas, busca un segundo y último mandato.
Botsuana ha sido considerada como una de las historias de éxito de África. Es una democracia pacífica y estable con uno de los mejores niveles de vida de la región, pero enfrenta nuevos desafíos económicos que han empujado al BDP a admitir que se necesita un cambio de política.
Esto se debe en gran parte a una disminución global en la demanda de diamantes, de los cuales depende la economía de Botsuana. El desempleo en la nación de unos 2,5 millones de personas ha aumentado al 27% este año, y es significativamente más alto para los jóvenes.
El BDP dice que ha escuchado las preocupaciones de los votantes y está abierto a cambios de políticas que podrían diversificar una economía donde los diamantes representan más del 80% de las exportaciones y un cuarto del PIB del país, según el Banco Mundial.
Tres hombres se han inscrito para desafiar a Masisi por la presidencia: Duma Boko, del principal partido de oposición Grupo por el Cambio Democrático; Dumelang Saleshando, del Partido del Congreso de Botsuana, y Mephato Reatile, del Frente Patriótico de Botsuana.
Se espera que el conteo comience justo después de que las urnas cierren el miércoles por la noche y los resultados podrían anunciarse en días.
Aunque el BDP ha dominado la política nacional desde la independencia del país, la reciente incertidumbre económica ha cerrado la brecha entre el partido y la oposición, según los analistas.
Botsuana es el segundo mayor productor de diamantes después de Rusia y ha encontrado todos los grandes diamantes en bruto de la última década. Pero las ventas de diamantes en bruto en Debswana, la compañía que el gobierno de Botsuana posee conjuntamente con el Grupo De Beers y una fuente crucial de ingresos estatales, bajaron casi un 50% en la primera mitad de 2024, según las autoridades. Esto ha afectado las arcas públicas y ha aumentado las críticas a Masisi y al BDP por no tomar medidas para diversificar la economía.
Los empleados del gobierno han recibido sus salarios tarde como resultado de la ajustada situación financiera, empañando la reputación de Botsuana de gobierno eficiente.
Antes de la elección, el BDP dijo que ahora pondría énfasis en el procesamiento de recursos minerales para nuevas corrientes de ingresos, al tiempo que desarrolla los sectores de agricultura y turismo.
Poco más de un millón de personas se han registrado para votar, según la Comisión Electoral Independiente. Botsuana es más grande que Francia pero tiene una población pequeña, ya que el desierto de Kalahari cubre grandes porciones del país sin litoral que limita con Sudáfrica. La sequía y la desertificación amenazan el desarrollo de Botsuana y los medios de vida de muchos de sus habitantes.
La elección también podría revivir la disputa de Masisi con el expresidente Ian Khama, el hombre al que sucedió como líder de Botsuana y con quien luego tuvo un conflicto.
Khama, hijo del presidente fundador de Botsuana, dejó el BDP y se exilió en Sudáfrica en 2021, acusando a Masisi de adoptar un enfoque autoritario hacia la crítica. Khama fue acusado de posesión ilegal de un arma de fuego y de recibir propiedad robada en un caso criminal que dijo tenía motivaciones políticas y pretendía silenciarle.
Khama regresó a Botsuana en septiembre para asistir a una audiencia judicial y ha hecho campaña por el Frente Patriótico de Botsuana en un intento de destituir a Masisi.