Al inicio, el duelo de Serie Mundial entre los Dodgers y los Yankees era un enfrentamiento de ciudad, entre dos distritos de Nueva York, el vecindario obrero de Brooklyn ante el pretencioso Bronx.
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Era un enfrentamiento interesante que les daba a los rivales la posibilidad de alardear en la ciudad, así como de ganar el campeonato. Este duelo atrapó la atención del caricaturista deportivo Williard Mullin, quien le puso el sobrenombre de la “Serie del Subway”. Ello se debió a que el tren subterráneo de la ciudad podía trasladar a la gente de parque a parque por sólo cinco centavos.
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El viaje cuesta considerablemente más este viernes, cuando estos equipos chocan por duodécima vez en la Serie Mundial, pero ahora en versión Broadway-Sunset Boulevard en el duelo más común de Serie Mundial.
Ahora la serie enfrentará a los equipos que más juegos ganaron en esta temporada y viajarán de una costa a otra del país. Además, ambos clubes cuentan con algunas de las estrellas más importantes: Aaron Judge y el dominicano Juan Soto con los Yankees, así como Shohei Ohtani y Mookie Betts con los Dodgers.
Sus duelos de octubre han producido algunos de los momentos más memorables.
Los Dodgers ganaron su primer título de la Liga Nacional después de 21 años en 1941 y encontraron a los Yankees, que ya eran una dinastía, esperándolos en la Serie Mundial. Este fue el primero de 12 enfrentamientos en el Clásico de Otoño.
Éste sería un duelo de ricos contra pobres. Los ricos se llevaron todo, pero no sin que antes sucediera una de las jugadas más extrañas en la historia de la Serie Mundial —el ponche que en vez de ser el último out abrió la puerta a un ataque que representó la remontada de los Yankees.
Los equipos se repartieron los primeros dos juegos en el Yankee Stadium. Pero el equipo del Bronx se llevó el tercero en el Ebbets Fields. Los Dodgers tenían ventaja de 4-3 en el cuarto encuentro y parecía que igualarían la serie. El relevista Hugh Casey retiró a los dos primeros bateadores que enfrentó, estaba con cuenta de 3-2 con Tommy Henrich en el plato y lanzó una curva. Henrich abanicó, pero el cátcher Mickey Owen no atrapó la bola. Henrich se lanzó a primera y los Yankees siguieron con vida.
Casey necesitaba sólo un out. Nunca lo obtuvo. Joe DiMaggio pegó un sencillo y Charlie Keller un doble productor de dos carreras. Los Yankees añadieron dos más para ganar 7-4.
Ganaron al día siguiente para asegurar su novena Serie Mundial.
En 1947, cuando se volvieron a enfrentar en la siguiente Serie Mundial, habían algunas figuras notables. Jackie Robinson había roto la barrera del color esta temporada con Brooklyn y fue nombrado Novato del Año.
En el tercer juego, Nueva York logró el primer jonrón por parte de un emergente en la historia de la Serie gracias al cátcher novato Yogi Berra.
Pero el cuarto compromiso fue el más memorable de la serie debido a Bill Bevens, uno de los pitchers de los Yankees, quien ganó sólo siete juegos esta temporada y estuvo cerca del primer encuentro sin hit en la historia de la Serie Mundial.
Bevens llevó la ventaja de 2-1 a la parte baja de la novena a pesar de sus ocho boletos. Pero le dio una base por bolas a Carl Furillo, de manera accidental, y otra intencional a Pete Reiser. Cookie Lavagetto bateó por Eddie Stanky y disparó un doble al muro del jardín derecho para poner fin a su intento de sin hit, lo que le dio la victoria a Brooklyn.
Los Yankees ganaron el quinto juego para enviar la serie de vuelta al Bronx.
Los Dodgers se llevaron el sexto encuentro, pero Nueva York ganó el séptimo y la Serie. Bevens, Lavagetto y Gionfriddo no volvieron a jugar en las Grandes Ligas.
Dos años después, los rivales se volvieron a enfrentar en el Clásico de Otoño. En esta ocasión Casey Stengel estaba al frente de los Yankees. El primer juego de la Serie de 1949 fue un clásico. Se mantuvo en cero hasta la octava entrada, Tommy Henrich abrió la novena con un cuadrangular y los Yankees vencieron 1-0 a los Dodgers y a su as Don Newcombe, que nunca ganó una apertura en la Serie Mundial.
Brooklyn respondió ganando 1-0 el segundo encuentro. El tercer duelo llegó empatado 1-1 a la novena y los Yankees anotaron tres veces para terminar ganando 4-3. Nueva York puso a Brooklyn contra las cuerdas y confirmó la victoria en la Serie Mundial en el quinto duelo.
La rivalidad se reanudó en 1952, la primero de cuatro Series del Subway en cinco años. Los Yankees de Stengel se llevaron tres excepto la de 1955 cuando los Dodgers, conocidos ya como el equipo de “¡Esperemos al próximo año!” finalmente capturaron su primer campeonato.
La dinastía de Stengel conquistó su quinto título consecutivo en 1953, nuevamente ante los Dodgers. Tras un año sin este enfrentamiento en la Serie Mundial, se reanudó en 1955 y tras cinco intentos, Brooklyn finalmente venció a los Yankees.
Un año después el derecho de los Yankees Don Larsen lanzó un juego perfecto, el primer sin hit en la historia de la Serie Mundial. Larsen fue retirado en la segunda entrada del segundo duelo, pero regresó al quinto con esta gema.
Los Dodgers respondieron con Clem Labine, quien cubrió 10 entradas para ganar 1-0, pero los Yankees terminaron reclamando otro título en un séptimo duelo. Este fue el último encuentro en la carrera de Robinson y la última vez que Brooklyn recibió la Serie Mundial.
Después de que los Dodgers dejaron Los Ángeles en 1957, la rivalidad se enfrió hasta 1963 con un duelo de costa a costa. En esta ocasión los Dodgers se vengaron de todas las decepciones con una barrida en cuatro juegos que terminó en casa.
Para 1977, la agencia libre cambió la cara del béisbol y el gran premio al inicio de la temporada fue el toletero Reggie Jackson, quien firmó con los Yankees.
La relación con el mánager Billy Martin fue áspera, pero Jackson hizo historia en la Serie Mundial ante los Dodgers. En el decisivo sexto encuentro, conectó tres jonrones, todos en el primer lanzamiento para empatar el récord de Babe Ruth. Con cinco cuadrangulares en la serie, ayudó a los Yankees a ganar el campeonato mundial y Jackson se ganó el apodo de Mr. October.
La serie se reanudó al año siguiente y los Dodgers se fueron arriba y ganaron el segundo ponchando a Jackson para el último out del juego. Pero este no fue el final para los Yankees que regresaron a Nueva York y ganaron los siguientes cuatro.
Volvieron a enfrentarse en 1981 y ahora fueron los Dodgers quienes perdieron los primeros dos antes de ganar uno con el mexicano Fernando Valenzuela como abridor y los tres siguientes para conquistar el título.
Ahora, 43 años después y con un plantel completamente distinto, se reanuda la rivalidad. Ya no es la Serie del Subway, pero sigue siendo una confrontación digna de su historia.