CARACAS (AP) — El gobierno del presidente Nicolás Maduro rechazó el jueves la decisión de Brasil de impedir la incorporación de Venezuela como miembro del grupo BRICS . Por años el país sudamericano ha buscado, sin éxito, ingresar a ese bloque de economías en desarrollo.
Maduro participó en la cumbre de los BRICS esta semana en calidad de invitado del gobernante ruso Vladimir Putin. La cumbre se escenificó entre el martes y el jueves en la ciudad de Kazán, república de Tartaristán, en Rusia.
En un comunicado, la cancillería venezolana afirmó que mediante una acción que “contradice la naturaleza y postulado de los BRICS”, la representación del gobierno brasileño en Kazán, “decidió mantener el veto” que, asegura, el entonces presidente brasileño Jair Bolsonaro, un feroz crítico de Maduro, aplicó a Venezuela durante años.
El presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva canceló el domingo pasado su viaje a la cumbre de los BRICS tras sufrir un accidente doméstico que le dejó con una cortada en la nuca. En su lugar, la representación de Brasil fue encabezada por el canciller, Mauro Vieira.
Con el veto se está “reproduciendo el odio, la exclusión e intolerancia promovidos desde los centros de poder occidentales para impedir, por ahora, el ingreso de la patria” a esa organización, indicó el documento.
Se trata de “una acción que constituye una agresión a Venezuela y un gesto hostil que se suma a la política criminal de sanciones que han sido impuestas contra un pueblo”, añadió el comunicado, destacando que Venezuela “ha contado con el respaldo y apoyo de los países participantes en esta cumbre para la formalización de su ingreso a este mecanismo de integración”.
El asesor en política exterior del presidente Luiz Inácio Lula da Silva , Celso Amorín, adelantó en una declaración a la filial brasileña de CNN que el gobierno brasileño no impulsaría el ingreso de Venezuela a los BRICS. “Creo que hay que ir despacio” a la hora de ampliar el bloque. El ingreso de nuevos miembros es aprobado por consenso.
La alianza BRICS fue fundada en 2006 por Brasil, Rusia, India y China, mientras que Sudáfrica se unió en 2010. Recientemente, ha experimentado una expansión, y actualmente incluye a Irán, Egipto, Etiopía, Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudí. Turquía, Azerbaiyán y Malasia han solicitado oficialmente su ingreso, y varios otros países han mostrado interés en entrar.
Las relaciones entre los gobiernos de Caracas y Brasilia se tensaron tras las cuestionadas elecciones del 28 de julio que tanto Maduro como la oposición dicen haber ganado.
La autoridad electoral, de mayoría oficialista, aseguró que Maduro obtuvo 6,4 millones de votos, frente a los 5,3 millones que recibió el entonces candidato opositor Edmundo González. En cambio, la oposición sostiene que 83,5% de las actas en su poder —copias recolectadas por sus testigos en las mesas de votación—darían la victoria 2 a 1 a González sobre el mandatario venezolano.
Organismos de observadores internacionales cuestionaron la independencia e imparcialidad de la autoridad electoral y del Tribunal Supremo, que avaló el resultado luego de realizar un peritaje formal solicitado por Maduro.
Maduro, en tanto, ha desafiado los pedidos de Estados Unidos, la Unión Europea e incluso aliados de izquierda como Brasil, Colombia y México para que publique las actas de votación que respaldan esa afirmación.
En una conferencia de prensa tras la clausura de la Cumbre, Putin expresó que “nuestras posiciones no coinciden con Brasil con el tema de Venezuela, “lo digo abiertamente. “Lo hablamos por teléfono anteayer con el presidente de Brasil, con quien tengo relaciones muy buenas y amistosas”.