BOGOTÁ (AP) — Sofía Delgado, una niña de 12 años, salió de su casa en el suroeste de Colombia el 29 de septiembre para comprar un champú para su perro y nunca regresó. Su cuerpo fue encontrado sin vida 18 días después. El viernes la Procuraduría reconoció que hay una “alarmante realidad de violencia sistemática contra la niñez”.
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El crimen de Sofía, cuyo cuerpo fue hallado el jueves en una plantación de caña de azúcar a raíz de la información entregada a la policía por el principal sospechoso de su muerte, ha conmocionado a un país que lidia con decenas de casos similares que, a diferencia de este, tienen poca cobertura nacional.
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Entre enero y agosto de este año, se han registrado 375 homicidios de menores de edad, según el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses. En al menos 15 de esos casos, se podría tratar de feminicidios, dijo la Procuraduría.
Un hombre y una mujer que vivían en Candelaria, el poblado donde desapareció Sofía, fueron capturados como sospechosos. La mujer quedó en libertad por disposición de un juez y el hombre, identificado como Bryan Campo, fue enviado a la cárcel e imputado el viernes por los delitos de feminicidio agravado, secuestro y ocultamiento, alteración y destrucción de material probatorio.
Campo, que tiene un proceso penal abierto por abuso a otra menor, aceptó los cargos en la audiencia reservada, según informó la Fiscalía, y se expone a una pena de hasta 50 años de prisión.
"En nombre de mi hija Sofía seguiré el legado para que lo que estamos viviendo como familia no le toque a más niños inocentes como mi hija”, dijo entre lágrimas a la prensa la madre la niña, Lady Zúñiga, a la vez que aseguró que exigirá justicia.
La Fiscalía detalló en un comunicado que Campo habría raptado a la niña cuando pasó frente a un establecimiento de su propiedad, en el que vendía alimentos y accesorios para mascotas. Según la investigación, Campo ofreció a la niña un collar de regalo para atraerla y luego “la golpeó en la cabeza causándole la muerte”.
Horas después, el hombre habría trasladado el cuerpo a las plantaciones de caña de azúcar para ocultarlo. El Instituto de Medicina Legal confirmó la identidad del cuerpo y señaló que habría sido incinerado en el punto donde fue ocultado.
La violencia contra los niños y niñas está en el foco del país tanto por la muerte de Sofía como por la Primera Conferencia Ministerial Mundial para Poner Fin a la Violencia contra la Niñez, que impulsa el gobierno y que se desarrollará entre el 7 y 8 de noviembre con la participación de cancilleres, ministros y organismos internacionales.
La violenta muerte de Sofía revivió en el país el debate sobre el trato penal para quienes cometen este tipo de crímenes contra los menores. Dilian Francisca Toro, gobernadora del Valle del Cauca, donde ocurrió el crimen, pidió al Legislativo reevaluar la pena de muerte, que no está permitida por ley.
Es un debate jurídico y político que se arrastra desde hace años. En 2021, la Corte Constitucional dejó sin efecto una ley que buscaba la pena perpetua para violadores de menores.
La ministra de Justicia, Ángela María Buitrago, reconoció además que en este caso hubo fallas en la aplicación de la justicia, dado que el sospechoso de la muerte de Sofía Delgado enfrentaba en libertad un proceso judicial por un presunto acto sexual abusivo contra otra menor.
“Aquí fallaron todos los controles, todos los sistemas de prevención, pero sobre todo, tenemos que entender que no se mostraban elementos (probatorios) y por esa razón los jueces lo dejaron en libertad”, explicó Buitrago el viernes a la prensa.
El presidente colombiano, Gustavo Petro, rechazó el viernes el asesinato de Sofía y reconoció que no era suficiente para la niñez vulnerada un mensaje de solidaridad en la red social X, antes Twitter, en la que se estaba pronunciando “cuando sus derechos no son respetados ni protegidos... No podemos permitir más noticias como la de Sofía”.