CIUDAD DE MÉXICO (AP) — La presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, anunció el martes que la Fiscalía General de la República investiga dos incidentes ocurridos la semana pasada en la violenta ciudad fronteriza de Nuevo Laredo en los que están involucrados elementos del ejército y la Guardia Nacional y que dejaron cuatro muertos, entre ellos una niña y un militar.
Sheinbaum dijo en su conferencia matutina que en la localidad de Nuevo Laredo, próxima a la frontera con Texas, se registraron dos casos de agresiones de supuestos integrantes de grupos delictivos contra vehículos del ejército y la Guardia Nacional y entre ambos casos hubo tres civiles muertos en medio de enfrentamientos o persecución entre uniformados y personas armadas.
Los dos nuevos episodios se dan a escasos días de otro hecho a inicios de mes en un poblado del estado sureño de Chiapas donde murieron seis migrantes en un tiroteo en el que también resultaron involucrados militares. Por ese evento fueron detenidos dos elementos del ejército.
Los recientes incidentes han alentado las críticas de organizaciones humanitarias y la cúpula de la Iglesia católica contra la intervención de las fuerzas armados en labores de seguridad pública, que se profundizó durante el pasado sexenio de Andrés Manuel López Obrador quien entregó a los uniformados numerosas tareas y presupuestos que anteriormente estaban en manos de civiles.
La noche del pasado viernes, presuntos delincuentes dispararon contra una camioneta del ejército. En el hecho murieron una enfermera y un militar, indicó la mandataria sin ofrecer más detalles.
Según informó el Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo, la enfermera Yuricie Rivera, de 46 años, fue herida por disparo de arma de fuego, supuestamente realizado por elementos del ejército, en medio de una persecución a personas armadas.
“De acuerdo con testigos, los militares perseguían a civiles armados cuando comenzaron a dispararles sin importarles que su alrededor había decenas de familias”, dijo en un comunicado la organización humanitaria, que aseguró que los militares “decidieron huir del lugar” al darse cuenta del llamado de auxilio del esposo de la enfermera.
Víctor Carrillo Martínez, esposo de la enfermera, señaló a medios locales que durante un enfrentamiento armado los soldados “empezaron a disparar sin motivo” y una de las balas perforó el parabrisas de la camioneta e hirió mortalmente a la enfermera en la cabeza con “balas de gran calibre utilizadas por los soldados”. El esposo y el hijo salieron ilesos.
El segundo choque armado se registró el sábado, también en Nuevo Laredo, donde según explicó Sheinbaum fueron atacados miembros de la Guardia Nacional quienes respondieron a la agresión. En el enfrentamiento perecieron dos civiles, entre ellos una menor.
Lidia Galván declaró que se trasladaba en un vehículo particular junto a su nieta Lidia Iris Fuentes, de 8 años, cuando quedó en medio de una persecución que realizaban elementos de la Guardia Nacional a presuntos delincuentes.
“En lugar de prestarnos auxilio, uno de los militares de Guardia Nacional se acercó a mi carro y apuntándome con su arma me gritaba que me metiera… al vehículo hasta que llegó otro soldado y él sí me hizo caso y pidió que dejaran de disparar”, relató Galván en un informe del Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo.
La mandataria señaló que los dos casos son investigados por la Fiscalía General de la República, y aseguró que el ejército “está dando toda la información”.
Sheinbaum afirmó que determinarse una “mala actuación” de algún elemento del ejército o de la Guardia Nacional en los incidentes de Nuevo Laredo “serán sancionados”, pero agregó que habrá que esperar las investigaciones.
La Fiscalía General de la República y la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), que asumió desde el mes pasado el control de la Guardia Nacional, no se han pronunciado hasta el momento sobre los incidentes en Nuevo Laredo.
La mandataria reconoció que Nuevo Laredo es una localidad donde los grupos criminales han llevado a cabo más ataques contra el ejército y la Guardia Nacional. La ciudad fronteriza ha estado durante mucho tiempo en manos del violento Cártel del Noreste, una rama de la antigua banda de los Zetas.
El ejército ha estado implicado en tiroteos anteriores en Nuevo Laredo. En 2023, la Sedena informó que 16 militares estaban siendo investigados por la muerte de cinco hombres en esa ciudad ese año. Por ese caso tres uniformados permanecen detenidos.
La matanza de los cinco hombres ocurrida el 18 de mayo de 2023 fue captada en imágenes de cámaras de seguridad tan gráficas que incluso López Obrador la describió como un aparente “ajusticiamiento”.
El analista militar Juan Ibarrola dijo que tales incidentes no indican una falta de disciplina por parte del ejército, sino que reflejan la gravedad de los ataques a los que los soldados tienen que hacer frente en algunas partes de México.
Por su parte, Raymundo Ramos, presidente del Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo, exigió a la Fiscalía y al gobierno un pronunciamiento sobre los nuevos casos y afirmó que hasta el momento ninguna autoridad se ha acercado a los familiares de las víctimas para ofrecerles apoyo.
“No hay una institución que quiera enfrentar este tipo de abusos que están cometiendo las fuerzas armadas en todo el país”, indicó Ramos a la AP, al asegurar que las fuerzas armadas mexicanas “siguen teniendo un poder muy alto, muy fuerte por encima de la autoridad civil, entendiéndose desde la presidenta de la República, desde el Congreso, desde el Poder Judicial”.
Por otra parte, autoridades estatales anunciaron el martes el asesinato de un alcalde en el estado sureño de Oaxaca.
La Fiscalía de Oaxaca dijo en comunicado que el alcalde del poblado de Candelaria Loxicha, Román Ruiz Bohórquez, murió en la clínica a la que ingresó tras ser herido con arma blanca en un “incidente interpersonal”. El Ministerio Público informó que abrió una investigación del hecho y por el momento no hay detenidos. Al lamentar la muerte el gobernador de Oaxaca, Salomón Jara, dijo en su cuenta de la red social X que se garantizará que el caso no quede impune.